La práctica del deporte


Es de dominio público que el deporte es saludable y recomendable para toda la población en general. En personas diagnosticadas con Esclerosis Múltiple los neurólogos están recomendando no tener una vida sedentaria, y dentro de las posibilidades de cada persona practicar algún tipo de deporte.
Está contrastado científicamente que la práctica de Actividad Física provoca grandes beneficios en toda la población, y más concretamente en la población con EM. La práctica de Actividad Física tiene una gran influencia sobre el sistema muscular y nervioso, en nuestro caso sobre la Mielina, que permite ralentizar la pérdida de la misma y de este modo conseguir una mejor transmisión del impulso nervioso, consiguiendo mayor eficacia y eficiencia de la contracción muscular. Existen estudios y publicaciones desde el año 2007 sobre los beneficios de la práctica de actividad física en personas con E.M.

En el caso de personas afectadas de E.M. es recomendable contar con un entrenamiento personalizado “En la salud no hay recetas y no sirve una tabla de ejercicios igual para todos como si fuese una receta de cocina”. Sería muy aconsejable contar con un licenciado/graduado en Ciencias Actividad Física y Deporte y juntos marcar el entrenamiento, así como los objetivos a llegar. Es importante tener en cuenta que el ejercicio ni cura ni es nocivo, por el contrario puede mejorar algunos síntomas que se dan en esta patología como el equilibrio, la coordinación, la debilidad muscular en miembros inferiores, espasticidad, etc.

Si nos decidimos a practicar ejercicio una vez diagnosticada la E.M. existen con dos tipos de personas, las que estaban acostumbradas a la práctica deportiva antes de la enfermedad y las que por el contrario, eran sedentarias. Las personas que ya practicaban deporte previamente, están más familiarizadas con los protocolos de calentamiento previos al ejercicio, el trabajo específico que debemos realizar, así como con las rutinas de estiramientos posteriores. La dificultad radica en las personas que eran sedentarias, que desconocen esos protocolos y, al iniciar su práctica deportiva en gimnasios o piscinas, se encuentran con el problema que al exponer su caso al personal de dichos centros, en la mayoría de los casos no tienen la formación suficiente para conocer los problemas derivados de esta patología.

Por ello es fundamental contar con el asesoramiento de un profesional, que nos explique la importancia de un buen protocolo de calentamiento, el trabajo especifico que debemos realizar para nuestra patología y el estado físico en que nos encontramos en cada etapa, ya que esta patología nos puede hacer cambiar de un día para otro, como puede ser: (Tonificación y Fuerza, Ejercicios Propioceptivos, Coordinación, Estabilización del CORE, ROM articular, Aeróbico/Cardiovascular, Velocidad de reacción… etc.) y más teniendo en cuenta que el 90% de los afectados padece fatiga crónica, así como muchos otros problemas y la vuelta a la calma con estiramientos activos para una mejor recuperación muscular. Todo ello debe estar totalmente adaptado para cada caso en particular dependiendo de nuestro nivel físico y grado de afectación, controlando los tiempos de descanso y recuperación, intensidad, densidad y volumen de entrenamiento.

​Para la elaboración de este post he contado con la inestimable ayuda de mi sobrino R.C.G. Licenciado

Ciencias Actividad Física y Deporte. Colegiado Nº 54578

 

Un comentario de “La práctica del deporte

  1. yo llevo casí 13 años con la enfermedad y desde siempre he hecho mucho deporte. no por estar enfermo he dejado de hacer ejercicio. Si en el principio con mas miedo y acompañado. Pero aún estar con brote no he dejado de pasear o hacer estiramientos. El otro día he corrido 12 km. no muy rápido, y mi marido me dice a veces que arastro un poco con los pies, pero yo corro y con eso me vale. jajaja. los días que no hago nada, me siento mas cansada y fatigada.

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