Hace unos días, una parte del equipo que formamos este blog estuvo en el Congreso de los Diputados con otros miembros de AELEM. Sin duda, estuvimos tentados a formar un nuevo gobierno más unido a la calle y a sus problemas reales… pero nos conformamos con presentar las principales reclamaciones de las personas que tenemos esclerosis múltiple ante la Comisión de Dependencia del Congreso.
Entre las reivindicaciones presentadas por la Asociación Española de Lucha Contra la Esclerosis Múltiple, hoy destacamos:
– Aparcamiento para personas con movilidad reducida: El objetivo homogenizar la normativa a nivel nacional con acciones de concienciación ciudadana para el respeto de la normativa.
– Reconocimiento de la discapacidad: dado el impacto psicológico de conlleva el diagnóstico de esta enfermedad neuro degenerativa, incurable e incapacitante, que se conceda el 33% de discapacidad a todo diagnosticado que lo solicite. Además, es imprescindible un único baremo fijo, no arbitrario, completo y vinculante para el reconocimiento de la discapacidad dando cumplimiento a la ley de dependencia.
– Laboral: presunción de nulidad, salvo prueba en contrario, de las personas trabajadoras con discapacidad; es decir, que el despido de una persona con grado de discapacidad reconocido o con algún tipo de incapacidad, se presuma nulo por discriminatorio.
– Legislación: uniformidad de nivel estatal de la legislación sobre la cobertura de medicamentos.
Tras la presentación de estas reclamaciones desde la Comisión nos aseguraron que estudiarían con detalle nuestras propuestas. En principio, con una actitud muy proactiva y positiva ante nuestras peticiones.
La visita en sí al Palacio de las Cortes nos permitió a todos ser partícipes de las singularidades de un edificio, sin duda, emblemático en la historia de Madrid y de toda España. Desde los agujeros de las balas del Golpe de Estado de Tejero, hasta los cuadros históricos, cada rincón del Congreso rezuma las bases de lo que a día de hoy somos como país. Por este motivo, os invito a pasar a visitarlo. La accesibilidad está bastante bien, aunque se comprueba la dificultad de adaptar un edificio histórico a las necesidades de las personas con movilidad reducida.
Cris Bajo
