Alteraciones de la sensibilidad

Las alteraciones de la sensibilidad son uno de los síntomas más comunes en todas las etapas de la EM. Sin duda, son el recordatorio constante de que algo no funciona bien en nuestro sistema nervioso central y se convierten en uno de nuestros acompañantes más fieles.

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Pinchazos, hormigueos, dolor, falta de sensibilidad… se ha determinado que un 45 % de los pacientes con EM presentan alteraciones de la sensibilidad que se define como la capacidad que tiene nuestro sistema nervioso para detectar a través de los cinco sentidos (oído, vista, olfato, gusto y tacto) las variaciones que provienen del medio externo y de nuestro cuerpo.

Alteración del tacto o Parestesia

Posiblemente, la alteración del tacto, llamada parestesia, es la alteración más frecuente en la EM y se traduce por sensaciones de hormigueo, entumecimiento, adormecimiento, picazón, ardor, etc.

El entumecimiento puede experimentarse como incapacidad de notar un roce ligero, pinchazos o sensación de calor o frío. Debido a que el entumecimiento puede causar una disminución en la sensibilidad, el paciente puede tener más probabilidad de lesionarse accidentalmente una mano o un pie entumecidos. Se debe tomar precauciones para proteger el área de cortaduras, golpes, hematomas, quemaduras u otro tipo de lesiones.

La picazón es el cosquilleo o la irritación en la piel que despierta la necesidad de rascarse esa área. La picazón (también llamada prurito) puede ocurrir de repente y de una forma intensa, pero tiene una duración corta en el tiempo. Puede estar presente en cualquier parte del cuerpo y de la cara. La picazón asociada a EM es distinta a la picazón común puesto que no existe irritación ni erupción en la piel.

El hormigueo es una sensación molesta de cosquilleo en alguna parte del cuerpo que no está causada por un estímulo externo (irritación de la piel) o falta de riego (pierna “dormida”).

El ardor es una sensación de quemazón. Esta alteración de la sensibilidad puede ocurrir en cualquier parte de la piel, pero con frecuencia se percibe en los dedos, las manos, los pies, los brazos o las piernas.

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Alteración visual

Los problemas visuales son uno de los síntomas más frecuentes en la esclerosis múltiple. Más de la mitad de las personas que tienen EM han experimentado alteraciones de la visión en algún momento de la evolución de su enfermedad. De hecho, la neuritis óptica es el primer síntoma de la enfermedad en el 20% de los pacientes. En este caso, el paciente presenta visión borrosa progresiva asociada con dolores en los movimientos del ojo y palidez en la visión de los colores.

La afectación es monocular (un solo ojo), y los casos en que se da en ambos ojos a la vez son excepcionales. La sintomatología puede durar días o semanas y mejorar posteriormente. En función de la severidad de los síntomas puede ser necesario iniciar un tratamiento con corticoides.

Oído

El octavo nervio craneal, conocido como nervio auditivo, vincula el órgano de la audición con el tronco encefálico. La alteración de la audición es un síntoma poco común en la esclerosis múltiple, aunque hay pocos estudios que evalúen la frecuencia de este síntoma. Se estima que alrededor del 6% de las personas con EM reporta problemas de audición. La alteración de la audición, además de ser causada por la lesión del nervio auditivo, se puede producir por la presencia de lesiones en el tronco del encéfalo; asociándose, en este caso, otros síntomas como la alteración del equilibrio o visión doble.

Este síntoma puede aparecer durante un brote de la enfermedad, y solamente en casos excepcionales se muestra como el primer síntoma causado por la EM. El déficit completo de audición es extremadamente infrecuente, y la mayoría de episodios agudos tienden a mejorar.

Gusto

El sentido del gusto parece estar más afectado en la esclerosis múltiple de lo que previamente se consideraba. Estudios iniciales basados en los propios reportes de los pacientes describían alteraciones de la percepción del gusto en un 5% de las personas que padecen EM.

Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania (Doty et al. 2016) realizado en 73 personas con EM mostró que un número significativamente mayor de pacientes presentaban alteraciones en la percepción del gusto, y que estas se relacionaban con el volumen lesional en áreas específicas del cerebro. Un 15% de los pacientes presentaba dificultades para percibir sabores amargos, un 21.9% para sabores ácidos, un 25% para los sabores dulces y un 31.5% para los salados. Estos hallazgos se relacionaban con el volumen lesional en regiones frontales y parietales del cerebro.

Olfato

Cada vez hay más evidencia de que la pérdida del olfato es un síntoma habitual en la esclerosis múltiple y otras enfermedades neurodegenerativas. Se ha descrito que este síntoma puede afectar de un 30% a un 75% de los pacientes con EM desde el inicio de la enfermedad.

Dolor neuropático

Entre las alteraciones de la sensibilidad, el dolor neuropático tiene una especial importancia. Este término se adoptó para dar nombre al dolor generado en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) o en periférico (nervios, plexos y terminaciones nerviosas microscópicas) que aparece sin necesidad de que exista realmente una amenaza o que haya alguna causa que provoque el dolor. En próximos artículos profundizaremos en este aspecto.

Cris Bajo

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