El Teatro Marquina representa desde el 16 Marzo al 6 Mayo “Una vez al año” una de las mejores obras teatrales del canadiense Bernard Slade, cuya versión original (Same time, nextyear) registró más de 1.400 representaciones en Broadway recibiendo uno de los premios teatrales más importantes del mundo: el Drama DeskAward. Es mundialmente conocida por su versión cinematográfica de 1978, protagonizada por Alan Alda y Ellen Burstyn, ganadora de un Globo de Oro y con varias nominaciones a los Oscar.

Después de arrasar en Barcelona con éxito de público y crítica, utilizando la misma escenografía que en la ciudad condal, la obra aterriza en Madrid protagonizada por David Janer (protagonista de Águila Roja) y Silvia Marty y dirigida por Héctor Claramunt. Una comedia romántica representada en todo el mundo sobre cómo el amor sobrevive el paso del tiempo.
La historia se centra En 1975, después de pasar una primera noche juntos en un hotel, dos amantes José y Pilar, catalán él y gallega ella: Ambos están casados, tienen sus familias, sus hijos pero deciden continuar su relación secreta. Eso sí solo se encontrarán una vez al año, el mismo día, en la misma habitación de hotel, de su primera cita.
La acción se traslada desde el Norte de California a Santo Domingo de la Calzada en la Rioja y transportará a los dos protagonistas, a la España de entre 1975 y 2000, con el objetivo de acercar la historia al público, a varias generaciones de espectadores que van a identificarse con unos tiempos ya pasados que en algunos casos, recuerdan con nostalgia.
Durante los siguientes 25 años, tendrán que hacer frente a la evolución que experimentaran sus respectivos hogares Cae la dictadura franquista, llega la democracia. el golpe de estado, el Mundial de fútbol, la Movida madrileña, los Juegos Olímpicos de Barcelona, etc. el papel de las mujeres cambia. Llegan los teléfonos móviles, internet… Unos cambios que también se reflejan en los protagonistas que envejecen y modifican su forma de ver la vida. Los actores cuentan con un equipo de caracterización de primer nivel, capaces de hacer cambiar sus aspectos en apenas un minuto y medio.
El espectáculo, de dos actores, juega entre la comedia y el drama romántico en seis escenas en seis años distintos que explican la evolución emocional de los personajes de forma absolutamente conectada con el momento histórico y social que están viviendo.
Esta obra funciona a dos niveles, En la superficie, es la historia de dos amantes y su particular fórmula de mantener viva su relación clandestina a lo largo de los años. En este sentido, trata un tema tan universal como es el de las relaciones de pareja y el dilema moral de la infidelidad. Por otra parte, en una escala más profunda, lo que hace realmente extraordinaria la obra de Bernard Slade, es como a través de esta historia tan personal, logra hacer un retrato de la evolución de los roles masculinos y femeninos a lo largo de un cuarto de siglo que comprende, muy especialmente, del auge de la mujer que, en muchas ocasiones, dejó atrás su rol de ama de casa para reivindicar posiciones más elevadas.
Los actores aportan todo el carisma y consiguen momentos tan divertidos como el parto o la llamada telefónica y se ve que están perfectamente compenetrados en sus distintos roles. Si queréis pasar una tarde divertida y entretenida en la que disfrutéis de la música de los 70, 80 90 y 2000 rememorando viejos tiempos y añorando algunos de los momentos más transcendentales del país, no dejéis pasar la ocasión de ver la obra, es absolutamente recomendable.
El personal es muy amable y atento y para las personas con movilidad reducida se accede a la planta baja que corresponde con el hall y desde aquí se llega al patio de butacas. Las plazas reservadas para las sillas de ruedas están ubicadas en las filas 7, 8 y 9 del extremo izquierdo. El aseo está también adaptado y se encuentra en la parte baja en el lado izquierdo del vestíbulo.

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