Desde el domingo 18 de febrero hasta el 28 del mismo mes en el centro cultural municipal «Palacete Quinta del Berro» de Madrid, se exhiben cuadros del gran pintor madrileño Ignacio Valle Garagorri fallecido hace ahora tres años. Además, todos sus amigos rinden un homenaje al gran maestro del «Curvismo», aportando a esta exposición «arte» en estilo puro, desde fotos a objetos realizados en madera.
Cristina Simón, fisioterapeuta de la Fundación Privada Esclerosis Múltiple de Madrid expone unas fotografías íntimas, exquisitas y personales que reflejan la profunda admiración que sentía por Ignacio y la gran amistad que les unía.
Es el «pequeño» homenaje de una gran amiga a este genio ausente pero presente todavía en todos los que le amaron.
Ignacio Valle Garagorri
Ignacio era un artista perfeccionista en busca siempre de la verdad absoluta. Marcado por mayo del 68 y el existencialismo, era alguien tremedamente intelectual que tenía «miedo al fracaso».
Para encontrar esta verdad este artista polifacético realiza cuadros, escultura en madera, cortometrajes, ensayos, libros… siempre en continua búsqueda «con un pie en la roca y otra en el vacío» según nos evoca Diana Michelow, su viuda.
Además su personalidad bohemia y viajera dota a su toda su obra de un brillo y resplandor especial.
Ignacio Valle Garagorri nace en Madrid en 1950.
En 1968 entra en la Universidad Complutense y realiza su primer cortometraje en 8 mm. «El cine soy yo».
De 1968 a 1971 viaja por Europa, Londres y Estocolmo. Hay una gran influencia de la psicodelia y del movimiento hippie. En Suecia fabrica y vende joyas de cobre.
Con el dinero que reúne en 1971 viaja a África. «Peregrinará» por este continente durante cuatro años.
La luz, los colores, la gente y los olores de África permanecerán ya siempre con él.
En 1975 vuelve a España y se instala en la provincia de Valladolid.
Los tonos ocres de las llanuras castellanas «se cuelan» en sus cuadros.
En 1977 vuelve a Madrid y empieza a exponer. Se obsesiona con los paisajes de Claude de Lorain y la pincelada de Cézanne.
Asimismo consideraba a la vanguardia cubista de principios del siglo XX como base y raíz de la pintura moderna. Comienza una nueva etapa copiando a los maestros cubistas de 1985 a 1989 rehaciendo su obra.
De un estilo analítico pasará al sintético en sucesivos «collages».
Se autodenomina el cuarto cubista después de Picasso, Braque y Juan Grís.
A partir de ahí evoluciona hacia un estílo propio o «Curvismo».
Pero sus paisajes nunca perderán la luminosidad y los tonos rojizos, azules o verdes.
En esta época empieza a realizar esculturas, especialmente sillas en madera, descubre el ordenador y el «Photoshop».
Realiza impresiones digitales sobre varios soportes.
Destaca la serie «Venecia».
El Curvismo.
Como artísta del siglo XXI quiso jugar con la grámatica de las vanguardias históricas.
Una vez inmerso en el cubismo su obra empieza a evolucionar y crea su propio estilo llamado «Curvismo».
(Todo parte de un cuadrado y una curva).
Las curvas estaban ahí y las descubrió para insertarlas en los elementos poligonales, rectángulos y cuadros que encierran alusiones a la naturaleza.
«Las formas no se basan en nada sino en un después; el sosegado desconocimiento que está en función de otro que todavía no ha sido puesto.
Cada parte influye en las demás suscitando consecuencias súbitas e imprevisibles, creando una trama de causas y efectos tan entretejida que no hay modo de desentrañarla.
La sensación visual, el sentimiento que produce un sonido…surgen del hecho de discernir y reaccionar, descargas específicas de una expresión de la realidad». (Alejandro Valle 2002)
Entrada gratuita.
Centro Cultural Palacete Quinta del Berro
Calle Enrique D’Almonte 1.
28028 Madrid.
Tel. 91-5570870
Sábado 24 de febrero se proyectará la película «Hipótesis» (1968) de Ignacio Valle a las 19h00.
Horario Lunes-viernes 09h00-21h30
Sábados 09h30-21h30
Domingos 10h30-20h30
Instalación accesible para personas con movilidad reducida
Carmen López