Como cada año la Feria del Libro congregó a miles de visitantes en el Parque del Buen Retiro desde el 27 de Mayo al 12 de Junio, este año con Francia como invitada y con un amplio programa de actividades que hacen las delicias de niños y mayores.

Todos los años solía acudir a esta cita literaria recorriendo las más de 300 casetas que conforman la muestra, ávida de adquirir las nuevas novedades literarias y sobre todo, el poder tener la oportunidad de estar frente a frente con mis autores favoritos para que firmaran sus obras. Evidentemente, esto era antes de que la enfermedad apareciera de repente y mostrara todas sus caras haciendo que poco a poco mi movilidad quedara bastante limitada. Desde ese momento, pensé que ya no podría disfrutar de mis paseos y del ambiente que se respira en estos días por el Retiro, sin que me fatigara al caminar, pero el pasado día 12 de Junio, junto con unas compañeras con EM decidimos visitar la Feria aprovechando que era el último día del mayor evento literario en Madrid y gozando del buen tiempo que reinaba en la capital.
Debido a que nuestra movilidad está bastante reducida, optamos por la idea de que para no sufrir los efectos del cansancio y de las altas temperaturas que imperaban ese día, acordamos alquilar una scooter para cada una en Madrid Accesible (Calle Alcalde Sainz de Baranda, 16) muy cerca del Parque. Para todos aquellos que estéis interesados el precio del alquiler es de 15 € y podéis estar hasta las 19h, pero tenéis que reservar con antelación ya que en estas fechas hay una gran demanda. Podéis reservar vía telefónica pero tendríais que abonar una fianza de 200€ así que lo mejor es ir personalmente a la tienda ya que de esta manera no abonas fianza.
Los miedos a los que te enfrentas cuando tomas contacto por primera vez con la scooter como era en mi caso, se disiparon rápidamente. Qué duda cabe que al principio te asaltan ciertos pensamientos negativos totalmente infundados, tales como qué vergüenza voy a pasar, todo el mundo me estará mirando o simplemente no seré capaz de utilizar esta moto. Pero nada más lejos de la realidad, pues no son más que prejuicios que están en nuestra cabeza y el funcionamiento es tan sencillo que lo aprendería hasta un niño pequeño, ni qué decir de la gente van a su aire que apenas se dan cuenta de tu presencia. Tras alquilar nuestras scooters emprendimos nuestro “viaje” más literario por toda la Avenida donde se localizaban las casetas sorteando a los numerosos visitantes y turistas que pasaban una mañana de domingo en familia. Junto con mis compañeras pasamos una jornada muy agradable regada de anécdotas y de risas (todas ellas relacionadas con las marchas del motociclor) y disfrutando del ambiente que se respiraba. La verdad es que fue una jornada muy interesante y al mismo tiempo muy enriquecedora pues me aportó mucha confianza y seguridad pero ante todo mucho más descansada que si fuera a pie.
Tras permanecer unas horas decidimos ir a comer a un restaurante vegetariano justo en la misma calle donde alquilamos las scooters y desde aquí os lo recomiendo no sólo por la estupenda terraza donde comimos sino por el trato recibido atento y amable. El inconveniente, y este es un dato importante, son los baños, pues no están adaptados y lógicamente para una persona en silla de ruedas le sería muy difícil acceder al establecimiento.
En fin, un día excepcional con personas no menos excepcionales como Alba, Almudena y Laura en la que tuve la suerte de compartir y descubrir otra nueva forma de desplazarnos sin necesidad de fatigarse. Os animo ya a pasear por los maravillosos rincones del Retiro, de admirar sus maravillosas fuentes y jardines la belleza de sus edificios, envolverte por la mezcla de razas y culturas presentes en sus calles. Así que si no tenéis ningún plan para estas vacaciones ya no hay excusa para no gozar de un buen día en familia o entre amigos. Con scooter o sin ella es un buen plan para las vacaciones estivales, además estaréis más fresquitos si tomáis algún refresco en alguna terraza en los alrededores del estanque donde seguro os echaréis unas risas con todos aquellos valientes que se suben por vez primera en las barcas.

Andrómeda