Aunque parezca ciencia ficción, la Realidad Virtual ayudará a diagnosticar precozmente enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple y el Parkinson, así como otras enfermedades neurodegenerativas, a través de un software desarrollado exclusivamente. Gracias a esta herramienta realizada por científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk y la Universidad Estatal de Medicina de Siberia (Rusia), los especialistas podrán conocer si está presente alguna enfermedad y el grado de la misma.
Los pacientes gozarán de una experiencia inmersiva en un entorno virtual en el que tendrán que realizar pruebas funcionales. Todo ello, mientras los investigadores introducen de manera manual cualquier cambio para modificar los parámetros del entorno y así poder registrar los movimientos virtuales realizados por los pacientes. Este método de observación es pionero en el mundo y significa un gran avance en el diagnóstico precoz de las enfermedades degenerativas.
El sistema incorpora unas gafas de realidad virtual y un sensor sin contacto que registra todos los movimientos, así como una plataforma móvil que hará de soporte. En los experimentos los investigadores han probado con soportes ya implantados y conocidos por el gran público como las Google Glass o los sensores Kinect. Gracias a la realidad aumentada, la inmersión será mucho mayor, así como la eficiencia y la precisión en las mediciones
La prueba se realiza de la siguiente manera: la persona a la que se pretende diagnosticar la enfermedad neurodegenerativa se pone las gafas de realidad aumentada (Gafas de Google) y se introduce en la realidad virtual de un entorno en que cambia la pendiente. Con sensores de movimiento se registran los cambios de postura del cuerpo humano en 20 puntos de medición que se asemeja a un esqueleto humano. De esta manera, los monitores kinect podrán detectar cuando hay desviaciones. Una persona sana se adaptaría rápidamente a la realidad virtual y mantendría una posición estable, mientras que, quien presente indicios de enfermedad no podría adaptarse y presentaría indicios de pérdida de equilibrio.
Es una prueba indolora y rápida, ya que en tan sólo 10 minutos se pueden tener los resultados. De esta manera, se acorta el tiempo de diagnóstico y se aumenta la precisión.
Por el momento este sistema experimental, ya se ha aplicado como prueba piloto en 50 voluntarios. Aunque todavía no es posible realizar un diagnóstico con precisión, los autores admiten el potencial de esta técnica para determinar si hay algún problema en el sistema nervioso. Los investigadores continuarán afinando la parte técnica del proyecto un año más y, si los resultados son positivos, darán comienzo a los ensayos clínicos y la certificación técnica necesaria hasta su comercialización.
Andrómeda
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