Cuando nos diagnostican de esclerosis múltiple, todos intentamos conocer los mecanismos básicos que intervienen en el avance de la enfermedad. Es a partir de ese momento, cuando comenzamos a hablar constantemente de neuronas, mielina, axones… pero estos no son los únicos elementos importantes de nuestro sistema nervioso central (SNC).
El tejido nervioso contiene aproximadamente diez veces más células de la glía que neuronas y es en este ámbito donde últimamente se está investigando, sobre todo a la hora de abordar los tratamientos con células madre.
Sin querer ser exhaustivos en el análisis de las células gliales, debemos comenzar a aproximarnos a nuevos términos para convertirnos en pacientes emponderados, que comprendan las líneas de investigación nuevas que se abren para combatir a nuestra constante compañera.
Existen seis tipos de células de la glía en el tejido nervioso humano. La glía sirve como soporte de las neuronas, pero también sirven como aislante. Las células glíales también nutren y protegen a las células nerviosas. Un ejemplo de protección sería la barrera hemato-encefálica formada por células de la glía que limitan la entrada del sistema inmune en nuestro sistema nervioso central. Un factor determinante en el origen de la esclerosis múltiple.
En el SNC encontramos cuatro tipos de células glíales:
• astrocitos
• microglía
• células ependimales
• oligodendrocitos
Astrocitos
El nombre viene de su forma estrellada. Los astrocitos son las células glíales más abundantes en el SNC y tienen una serie de funciones. Las extensiones de los astrocitos rodean las neuronas y los capilares cercanos. De esta manera los astrocitos anclan las neuronas a los capilares y regulan el transporte de sustancias desde la sangre hasta el cerebro.
Microglía
Las células de la microglía están en contacto, gracias a sus largas extensiones, con varias neuronas y detectan el estado de salud de las mismas. Si hubiera células muertas o microorganismos presentes, las células de la microglía se convierten en macrófagos capaces de fagocitarlos. El papel de la microglía como células de defensa es muy importante, debido a que los glóbulos blancos circulantes no tienen un acceso fácil al SNC, debido a la presencia de la barrera hemato retiniana.
Células ependimarias
Las células ependimarias son capaces de producir y liberar líquido cerebro-espinal desde las distintas cavidades del encéfalo y la médula espinal. Además son las encargadas de hacer que este líquido fluya, para ello mueven los cilios que emergen de sus membranas célulares.
Oligodendrocitos
Los oligodendrocitos son capaces de rodear las neuronas del sistema nervioso central y aislarlas del resto de las células y del líquido intersticial. Esta capa aislante es la vaina de mielina.
La esclerosis múltiple, es una inflamación crónica del sistema nervioso central donde la vaina de mielina se deteriora progresivamente. Esto afecta la habilidad de manejar bien los impulsos nerviosos. Dependiendo la parte del cerebro que esté siendo afectada se observarán distintos síntomas neurológicos.
El Sistema Nervioso Periférico (SNP) tiene dos tipos de células glíales:
• las células capsulares
• y las células de Schwann
Células capsulares y células de Schwann
Las células capsulares o satélites rodean el núcleo de algunas neuronas. Su función no está clara del todo.
Las células de Schwann se enrollan alrededor del axón de las neuronas, formando la vaina de mielina del SNP. Al aislar axones con la vaina de mielina, la velocidad del impulso nervioso a través del axón aumenta en comparación con un axón amielínico.
En definitiva acercarse, aunque sea tímidamente, a conceptos que pueden parecer demasiado complejos para ser comprendidos por los pacientes resulta enriquecedor e imprescindible para poder entablar una conversación aclaratoria con nuestro neurólogo. Os animo siempre a seguir investigando.
Cris Bajo
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