Raúl López de Las Heras, técnico especialista en actividades de salud del polideportivo municipal de Alcobendas, nos explica en esta entrevista los beneficios de realizar una actividad deportiva acorde a nuestras capacidades.

Pregunta.- ¿Cuéntanos cuál es el servicio de medicina deportiva que ofrece el centro polideportivo municipal de Alcobendas ?
Respuesta.- Alcobendas es un municipio de Madrid que cuenta con un patronato municipal de deportes con un servicio de medicina deportiva. Dentro de este servicio tenemos un área en el que intentamos realizar programas de ejercicio para personas con algún tipo de discapacidad o de enfermedad que le provoca algún tipo de lesión. En estos casos realizamos ejercicios tanto dentro del ámbito acuático com en el gimnasio para conseguir el objetivo de alcanzar una mejor calidad de vida.

P. – ¿Siempre son ejercicios combinados entre piscina y gimnasio?
R.- Intentamos combinar las dos cosas, el único factor que determina que tipos de ejercicios se hacen es la valoración del médico. Siempre es un médico el que prescribe el tipo de ejercicio que se van a realizar.

P.- ¿Como servicio municipal, qué tipo de costes tiene?
R.- Cualquier persona tiene posibilidad de realizar estas actividades utilizando nuestras instalaciones. Aunque los costes son diferentes dependiendo del municipio en el que vivas y del grado de discapacidad. Los vecinos de Alcobendas tienen el descuento más alto por ser de este municipio pero, además, hay una discriminación positiva para las personas con discapacidad, puesto que no pueden utilizar todos los servicios del mismo modo que quien no tiene limitaciones. También hay tarifas especiales para niños. En cualquier caso siempre intentamos que sea accesible y asequible para todas las personas.

P.- ¿Qué nivel de demanda tenéis?
R.- Ahora mismo máxima demanda e intentamos evitar a toda costa las listas de espera, pero no es fácil. A día de hoy tenemos el 100 × 100 de las plazas ocupadas pero siempre valoramos cada caso para ver si se puede incorporar una nueva persona a cada grupo, siempre que esté acorde con la metodología y no suponga una pérdida de la calidad de la atención para los demás.

P.- ¿Qué tipo de personas acuden a este centro? ¿Hay personas con esclerosis múltiple?
R.- Aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento de las personas que participan en nuestras grupos tienen esclerosis múltiple y el resto tiene algún tipo de de discapacidad, generalmente física y, principalmente, motora. La media de edad se sitúa aproximadamente en los 50 años.

P.- ¿En qué consiste vuestra oferta?
R.- Principalmente, hacer ejercicio. Este es un servicio municipal no es un lugar donde hacer una rehabilitación completa y no buscamos hacer una labor terapéutica. Lo que tenemos claro es que el ejercicio mejora la calidad de vida y esta es nuestra máxima obsesión: conseguir que cada persona que viene tenga una vida un poquito mejor.
A través de lo que tenemos, nuestra piscina y nuestro gimnasio, ofrecemos una actividad precisa y ajustada a las necesidades que cada persona tiene. Por eso, cada persona que viene aquí lo primero que hace es pasar por el servicio de medicina deportiva donde el médico valora su historia clínica y las mejores posibilidades de ejercicio. El médico determina si esa persona necesita una atención individualizada o de grupo, o si necesita una actividad fisioterapeútica específica. Todas estas líneas de trabajo están unidas por lo que una persona puede cambiar a lo largo del tiempo de un tipo de una actividad a otra, o realizar distintas actividades complementarias. Todos los programas son muy complementarios y siempre buscamos cuál es la mejor solución para cada caso.

P.- ¿Es una alternativa óptima para cualquier tipo de discapacidad?
R.- Ojalá, pero siempre hay limitaciones que no podemos solventar. Procuramos siempre buscar todos los recursos materiales y humanos para dar respuesta a la mayoría de las situaciones pero hay ocasiones en que la discapacidad es tan alta que no podemos llegar a solucionar todas las necesidades. Nuestro objetivo es potenciar las capacidades de cada persona pero, evidentemente, hay limitaciones.

P.- ¿Cómo se determinan los grupos? ¿Por grado de discapacidad?
R.- No sólo. La competencia motriz acuática también define quien participa en cada grupo, por ejemplo, por eso siempre realizamos una valoración de sus capacidades en el medio acuático. Evidentemente no es el mismo ritmo para el que sabe nadar que para el que no, o personas que tienen miedo al agua y otras que no lo tienen. Además, en esa valoración solventamos las dudas que pueda tener la persona interesada en participar en los ejercicios. Nuestra objetivo es que cada uno pueda tener la máxima autonomía dentro de las instalaciones del centro y les guiamos en este proceso.

P.- ¿Qué beneficios aportáis?
R.- Muchísimas cosas. Cuando tú te vayas a meter en el agua te vas a encontrar con dos dificultades principales: en primer lugar, te vas a cansar porque la fatiga es muy protagonista de la esclerosis múltiple y, evidentemente, el agua provoca el contraste térmico que puede favorecer la espasticidad. La fatiga la combatimos con el reposo, adaptamos los ritmos para que se pueda realizar de forma óptima la actividad. En cuanto a la espasticidad, trabajamos con ella para que la recuperación sea rápida. Además, cada día vamos adaptando los ejercicios a cómo se encuentre la persona que no todos los días está igual.
Indudablemente, nuestro trabajo en la piscina tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de cada persona una vez que sale de aquí. No queremos crear un oasis aquí sino conseguir que cada persona tenga una vida de más calidad en sus rutinas diarias.

P.- ¿Tenéis un conocimiento claro de en qué consiste una enfermedad como la nuestra?
R.- Nos preocupamos por cada persona que viene este centro, por eso nos esforzamos en conocer las características de cada patología. Nos interesan mucho las inquietudes de cada persona y, también, su clínica. No nos vale con un informe escrito que determina una enfermedad, tenemos que ver a la persona y valorar realmente que es lo que necesita.
Nosotros somos un equipo multidisciplinar que formamos parte de la medicina deportiva por lo que los médicos nos aconsejan en todo momento a la hora de plantear los ejercicios. Pero no todo es la clínica, también hay que conocer a la persona para saber cuáles son sus capacidades y sus inquietudes.

P.- Me llama mucho la atención que valoréis la fatiga, porque generalmente se tiene poco en cuenta…
R.- No solo en la esclerosis múltiple es importante tener en cuenta la fatiga, por ejemplo, en el contexto del cáncer también la fatiga tiene un peso muy significativo, sobre todo cuando hay un proceso de quimioterapia o radioterapia. Sin duda, la mejor forma de combatir la fatiga es con ejercicio aunque haya que descansar cuando sea necesario. Siempre merece la pena realizar ese esfuerzo porque al final da resultados. Hay que salir de la zona de confort en la que nos instalamos para podernos encontrar mejor. El simple hecho de llegar hasta aquí es ya un esfuerzo para muchos de vosotros pero el beneficio está más que comprobado.

P.- No todas las piscinas municipales tienen un servicio tan completo, ¿por qué aquí sí lo hay?
R.- Las posibilidades de servicio no solo las dan las instalaciones. Lo importante es que haya un grupo humano dispuesto a solventar carencias y aprovechar recursos al máximo. Aquí tenemos un grupo de trabajo muy concienciado con aportar nuestro granito de arena en la mejora de la calidad de vida de todos y adonde no llegamos con recursos, llegamos con imaginación.

P.- ¿Cómo animarías a nuestros lectores para que participarán de actividades como esta?
R.- Les diría muchas cosas pero, la principal, es que es la mejor forma de mejorar la calidad de vida. Y ante esta posibilidad, lo mejor es intentarlo.

Cris Bajo