Todos hemos visto en muchas ocasiones noticias sobre productos que nos aseguran la curación de la Esclerosis Múltiple, así como técnicas de curación mediante distintos métodos cirugías diversas, jarabes que nos garantizan que llevan células madre, complejos vitamínicos etc.
Hay personas, por llamarlas de alguna forma, que se aprovechan del sufrimiento y la desesperación de enfermos con distintas patologías que sienten poco a poco como su salud se debilita.
Hace años me ofrecieron un zumo que según los que les vendían curaba el cáncer, la Esclerosis, servía para adelgazar y unas cuantas cosas más que no recuerdo. Al informarme un poco más sobre el tema descubrí que se trataba de una venta piramidal, no conozco los resultados del producto ya que no me inspiraba ninguna confianza.
No hace mucho escuche que en Londres con unas limpiezas de colon, también nos curábamos pero que el problema era el precio. Particularmente si yo sé que en Londres o en cualquier otro país hay garantías de curación, seguro que el dinero lo busco aunque sea debajo de las piedras.
Seguro que muchos recordáis la controversia que hubo con las afirmaciones del Doctor Zamboni, cirujano italiano, que aseguraba que la Insuficiencia Venosa Cerebroespinal Crónica, conocida como (CCSVI), podía ser la causa de la Esclerosis Múltiple. Antes estas expectativas hubo muchos afectados que viajaron fuera de España para realizarse esta operación, que consistía en poner un stent para ensanchar las venas. Posteriormente y según muchos estudios internacionales se asegura que esa intervención no mejoraba a los afectados de Esclerosis Múltiple. Recuerdo que lo comenté con mi neurólogo y me aseguró que no servía para nada, pero que si me quedaba más tranquila me hacía un eco-doppler, en esta prueba pude ver que el tránsito de sangre al cerebro era perfecto y no había ningún estrechamiento.
Lo que me parece arriesgado y peligroso son los productos que se compran por Internet, ya que no tenemos ninguna fiabilidad en cuanto a la elaboración ni al contenido exacto de lo que vamos a tomar. Normalmente son más baratos que comprándoles en establecimientos farmacéuticos, creo que es por este motivo la gran demanda que hay por esta vía.
Estos “productos milagro” nos los ofrecen para muchas enfermedades, todas por supuesto crónicas y graves. Yo normalmente desconfío muchísimo de ellos, ya que si cualquier medicamento que sale al mercado tiene que pasar antes por varias fases para comprobar que realmente es efectivo y que los efectos secundarios no son peligrosos, o son asumibles con muchos controles. Tomar o dejar que te inyecten algo que no sabes qué es, ya que te suelen asegurar que son fórmulas magistrales que solo las conocen ellos, además casi siempre con unos precios desorbitados.
También es muy peligroso tomar un exceso de vitaminas sin ningún control, todos sabemos que las eliminamos por hígado y riñón, y nos pueden provocar cálculos en estos órganos que son vitales.
Es más fácil acudir a nuestro médico de cabecera o a nuestro neurólogo y con una simple analítica de sangre podemos saber si necesitamos vitamina B, C, calcio, hierro o cualquier otra vitamina o iones.
Tenemos que tener en cuenta el efecto placebo, seguro que a todos cuando nos han dado una medicación nueva para cualquiera de los síntomas asociados a la Esclerosis, en un principio nos ha parecido que sí hacia efecto, sin embargo al cabo de un par de meses comprobamos que no. Muchas veces son tantas las ganas que tenemos por mejorar algún síntoma o de que desaparezcan dolores neuropáticos, que nosotros mismos nos producimos este efecto.
Todos tenemos capacidad para decidir, no os dejéis llevar por la desesperación que en muchos momentos nos embarga a todos. Estoy convencida que el día que se encuentre una cura para nuestra enfermedad o cualquier otra grave, degenerativa etc. no va a estar en manos de un médico o una clínica privada en cualquier parte del mundo. Seguro que está en investigadores científicos de cualquier Universidad, Centro de Investigación o incluso en algún laboratorio farmacéutico.
Siempre he pensado que primero tenemos que conocer la causa, para poder poner el remedio.
Ángeles Glez.