Las personas con movilidad reducida la mayoría de las veces en la ciudad somos invisibles.
Siempre vamos con tanta prisa que no miramos a la persona que tenemos al lado. La gente se fija mucho en las personas que van en silla de ruedas; no sucede lo mismo cuando utilizas una muleta o un bastón, cuando en realidad la persona que va en silla tiene su propio espacio que “la protege”. Pensemos ahora cuando adelantas a alguien que camina despacio con muleta o con bastón es muy fácil que sin querer des un golpe con el pie a la muleta o bastón y esa persona es fácil que se caiga ya que gran parte de su apoyo depende de estos accesorios.
Por desgracia me he encontrado con muchísimas situaciones desagradables y las personas que están cerca han reaccionado de maneras muy distintas.
- El perro que se te enrolla en las piernas, por que el dueño lleva la correa suelta y necesitas un punto de apoyo para sujetarte; en este caso yo escuche “el perro es muy pequeño para tirarla”
- El día que parece que te encuentras mejor de equilibrio, dejas el bastón en casa y alguien te llama borracha; en este caso me molesto muchísimo y conteste “ la ignorancia es muy atrevida”.
- En escaleras automáticas por mucho que te pongas a un lado siempre hay personas que baja corriendo las escaleras y en algunas no hay suficiente espacio para que haya dos personas y son muy fáciles los empujones.
- El Transporte Público puede tener una reflexión aparte ya que hay muchos problemas en el.
- La accesibilidad a Organismos Oficiales, aún existen muchísimos que el acceso es mediante escaleras
- En algunos Comercios cuando vas a probarte algo y preguntas si hay algún probador en el que te puedas sentar, hay veces que las miradas te hacen sentir que eres un bicho muy raro.
- Si nos vamos de cañas, hay que pensar primero en la zona y también en los establecimientos, ya que ni la ciudad ni gran parte de los establecimientos de ocio son accesibles
Son situaciones vividas y la verdad es muy molesto, si quiero ir a cualquier sitio primero pensar cómo voy y que sitios accesibles tengo cerca. No puedo más que reclamar que se nos tenga en cuenta.
Todo lo que se habla lo he vivido yo en mis carnes. Patada al la muleta porque no la ven, obstáculos en la calle, escaleras difíciles, y lo más llamativo el cambio de actitud del entorno cuando vas en silla de ruedas en vez de con muletas.
Es esta una sociedad insensible a los que tenemos dificultades de movilidad?