Con mucha mano izquierda

img_0549Es curioso cómo unos apellidos pueden hacerle tan poca justicia a alguien. Apellidarte Bajo cuando eres tan alta en todos los sentidos, en los imaginables y en los que no y Polo, cuando la calidez humana es tu sello de identidad.

El día que conocí a Cristina Bajo Polo me clavó sus ojos miopes y me dijo muy seria, con esa voz radiofónica que suele poner en las frases solemnes, “Yo lo que necesito es que me ayudes a ser lo más autónoma posible en esta casa, para no tener que hipotecarle la vida a mi gente. Eso es lo único que necesito”. A esta primera frase, que me arrojó como quien le tira una piedra a una lata, le siguió una conversación llena de valor, coraje y dignidad que me sobrecogió y me hizo salir de su casa, sabiendo ya que se iba a convertir en una gran amiga, y no me equivoqué.
Por eso, escribir sobre alguien a quien quieres, sin perder la objetividad es difícil. Si a este “querer” le añades grandes dosis de admiración y que esa persona se ha convertido en maestra y sobre todo amiga, esta labor se complica aún más.

Hablar de Cris no es fácil porque no existe una sola. Dentro de ella conviven muchas otras Cristinas, que separadas son maravillosas, pero juntas… Juntas son las piezas de un puzzle donde habitan una mano izquierda que tuvo que aprender a escribir porque su hermana derecha decidió un buen día hacer huelga, y se nos ha hecho artista y se nos quiere ir de turné. Una Esclerosis Múltiple a la que ella se enfrenta desde el respeto más absoluto pero guiñándole un ojo. Una dignidad que va derramando cada vez que la ves avanzar con su silla de ruedas. Una constancia que ni un soldado de guardia. Una generosidad que te salpica y te obliga a ser mejor persona. Un amor inmenso por una familia que la sostiene y la alienta para que siempre sea ella y una poesía que le sale de las entrañas y la mantiene en pie orgullosa frente al mundo.

Cris no sería ella sin su poesía. Sin esa forma tan particular de enfrentarse a sus monstruos y a sus miedos. De hablar de ese amor que lleva y llevará siempre dentro. De amasar versos con una mente lúcida y un corazón enorme, y de mostrarnos a todos los que la leemos, que su visión del mundo es la que debería ser, porque con más Cristinas en el mundo la poesía se haría realidad, el verso tomaría las calles y los seres humanos sólo nos dispararíamos con palabras que restablecerían el orden en este sinsentido de planeta lleno de Trumps, Putins, Urdangarines, personas que se mueren de frío mientras sus gobernantes tienen el culo caliente en sillas de piel, smartphones que nos impiden mirarnos a los ojos para mirar sólo una pantalla, niños que se mueren en medio de un mar sin que nadie haga nada, locos que matan en nombre del Dios que toque y enfermedades que te sientan en una silla pero que te mantienen en pie aunque tus pies no toquen el suelo.

Conocí su poesía a través de su “En pie” , que me deshizo en lágrimas y se convirtió a partir de ahí en un himno para mí, y debería convertirse en un himno para toda persona que tenga que sentarse en una silla de ruedas porque una maldita enfermedad la obligue a ello. “Permanezco de pie y es que mi silla, es otra forma sin más de levantarme”.
A partir de ahí vinieron “Mi mano izquierda” “Cuando me desintegro” “Dualidad” y otros, que no han dejado de emocionarme, de hacerme pensar, de replantearme aspectos de la vida, de sentirme orgullosa de tenerla como amiga y de seguir soñando con ella que su mundo, nuestro mundo, puede cambiar. Afortunadamente en abril publicas un libro con el que podré llenar mi tiempo con tu sabiduría

Gracias Cris por haberme abierto hace ya dos años las puertas de tu casa, por dejarme participar en tus sueños, por cogerme de la mano,- izquierda, por supuesto- y animarme a seguir los míos, y por llenar la vida de los que tenemos la suerte de llamarnos tus amigos, de sensibilidad, cordura, sentido común y ganas de superarnos.
No dejes nunca de escribir, y dile a tu mano derecha de mi parte, que ella se lo ha perdido.
A veces me pregunto que si haces todo esto con una mano, ¿Qué no harías con las dos?

Cristina Bajo Polo es cofundadora y la pieza fundamental de este blog. Sin ella no existiríamos. A su vez, escribe poesía en https://crisbapoesia.com/. Os invito a todos a entrar, tomaros un café despacito y dejaros atrapar por su mundo interior.

Sandra García Vázquez.

EN PIÉ
Puedo mantenerme en pie
y seguir peleando
porque la luz en tus ojos
se mantenga.
Para que lejos de compadecerte
en mis angustias
valores las luchas
y compartas las metas.

Puedo mantenerme en pie
soportando la furia
de salvajes huracanes,
mientras mi seísmo vital
destrona fugitivas quimeras
a golpe de desasosegantes
realidades.

Y puedo mantenerme en pie
porque pesan más las ganas de ser
que de olvidarme,
porque la esperanza está alta
cuando escucho
los pájaros, el viento
a los amantes…

Permanezco de pie
frente a los miedos,
la locura, el dolor,
las ansiedades…
Permanezco de pie
y es que mi silla,
es otra forma sin más
de levantarme.

4 comentarios de “Con mucha mano izquierda

  1. He tenido la gran fortuna de conocerla desde temprena edad,de «despirtarme » de ella y de volver a encontrarla treinta años despues.. Ya de niña rebosaba sensibilidad,amor por las letras y un gran carisma.. Persona cariñosa y luchadora..Hace unos meses que nos volvimos a ver y desde su «trono» hablamos de d la vida como si esos treinta años fueran ayer..Me consolò y me reconfortò por la muerte de mi madre y me dejo con el anhelo de volver a vernos pronto,aunque a dìa de hoy tengamos un ocèano por medio.. Se te quiere mucho Cris.
    Por cierto felicitaciones al fotògraf@,buen montaje.. Salud.

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