Abordamos en este artículo uno de los trastornos más frecuentes en esta enfermedad tanto en las formas progresivas como en las remitentes-recurrentes. Las dificultades en la voz y el habla. Estos trastornos de las funciones intelectuales que se originan en la corteza cerebral del hemisferio dominante generalmente (en el 97% de las personas en el lado izquierdo), con una rehabilitación y estrategias de los logopedas, se pueden mejorar bastante.

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y autoinmune que afecta a la mielina o sustancia blanca del cerebro y de la médula espinal provocando la aparición de placas escléroticas que impiden el normal funcionamiento de las fibras nerviosas. La mielina es una sustancia grasa que rodea y aísla a los nervios actuando como la cobertura de un cable eléctrico y permitiendo que los nervios transmitan sus impulsos rápidamente. El daño al nervio es causado por la inflamación, esto ocurre cuando las células autoinmunes de nuestro organismo atacan el propio sistema nervioso.
El daño puede darse en cualquier parte del cerebro, médula espinal o nervio óptico.
Aún se desconoce el motivo por lo que esto sucede. Se cree que puede ser causa de un virus o defecto génetico o ambos. Es posible que los factores ambientales también tengan algo que ver.
Una persona es más propensa a sufrir esta enfermedad si tiene antecedentes familiares, si es mujer y si vive en el hemisferio norte.
De momento no hay cura. Si hay algunos instrumentos para hacer más lento el progreso de ls enfermedad, controlar los síntomas y tener más calidad de vida.

Los principales síntomas de la esclerosis son los sintomas sensoriales, trastornos de la visión, parálisis muscular y deterioro cognitivo.

Hace ya más de un siglo que el médico y neurólogo francés Jean-Martin Charcot, padre de la neurología moderna, en 1877, describió uno de los trastornos típicos de esta patología; los de la de voz y el lenguaje (volumen, ritmo, velocidad, melodía y fátiga vocal) y los de la deglución e ingesta de alimentos. Se suelen presentar con temblores y dificultades para andar cuando el cerebelo está afectado.
Cuando la esclerosis afecta a los nervios craneales los síntomas aparecen en la cara produciendo parálisis facial de los músculos afectados y dolor; la neuralgia del trigemio.

«Noto que mi voz es más débil que antes, y no se me entiende. Parezco un borracho y me cuesta mucho pronunciar palabras difíciles».

Los problemas de habla se definen como la dificultad o impedimento para articular palabras y por tanto mantener una fluidez verbal. Este trastorno se denomina médicamente «disartria». En ocasiones extremas la disartria llega a impedir la comuncación denóminandose anartria.
Esta disfunción llega a afectar a un 55% de pacientes y suele caracterizarse por una articulación imprecisa de las palabras, anormalidades en la voz (velocidad, ritmo y melodía) y fatiga vocal. Quizás el más común de ellos sea la ralentización del habla, sílabeando y pronunciando las sílabas como por explosiones.
Las estrategias a seguir las veremos en un segundo desarrollo de este tema con una entrevista a un logopeda de la FEMM, Fundación Privada Madrid contra la Esclerosis Multiple, localizada en la calle Ponzano 53 de Madrid.

Los problemas de deglución (problemas al tragar) son alteraciones en uno o más procesos del proceso deglutorio desde la entrada de la comida en la boca hasta que llega al estómago. Este trastorno se denomina disfagia. Las personas que padecemos esta enfermedad tendemos a tener disfagia para líquidos lo que puede provocar atragantamientos cuando tomamos bebidas y en ocasiones cuando tragamos saliva.  Estos problemas están provocados por alteraciones originadas en el bulbo raquídeo.

Afortunadamente existen ejercicios y estrategias dirigidas por el logopeda, destinadas a mejorar la articulación para que el paciente las lleve a cabo en su vida díaria.

Algunas de ellas serían:

– Realizar pausas al hablar.
– Lectura en voz alta.
– Descripción de imágenes.
– Ejercicios que requieran cambio de entonación.
– Repetición de palabras/frases cuidando la entonación, el ritmo y la prosodia.

Carmen López