El equilibrio en la EM

Las alteraciones del equilibrio suelen tener gran importancia para los pacientes con EM ya que suelen crear una serie de patrones de discapacidad que afecta a diferentes niveles, aumentando el riesgo de caídas y reduciendo su calidad de vida.

equilibrioA todos nos ha pasado alguna vez, perdimos el equilibrio y pum nos caímos al suelo en público. Hicimos todo lo posible para levantarnos elegantemente y culpar a una baldosa floja mientras poníamos cara de “eso no dolió para nada”. Pero si tienes EM, es posible que estés más familiarizado con esta situación que provoca miedo que en la mayoría de las personas. Después de todo, los problemas de equilibrio son un síntoma común de la enfermedad debido a que afecta el sistema nervioso central.
Lamentablemente, éste es uno de los muchos síntomas a los que tenemos hacer frente cada día los pacientes con EM y el que más nos preocupa puesto que realizar la marcha se hace tarea difícil o casi imposible necesitando de ayudas técnicas como bastones o muletas para efectuarla.
La causa de la pérdida de equilibrio es debida a una interrupción en la comunicación neuronal. Las vías de comunicación nerviosa que conectan el centro del equilibrio en el oído interno con las extremidades quedan interrumpidas, de forma que los mensajes que dirigen el movimiento no llegan con claridad.
Sin embargo, puede haber otras causas para el desequilibrio, como un cambio en la sensibilidad como el entumecimiento u hormigueo en pies y manos que altera la percepción del contacto con el suelo. También afectan al equilibrio la espasticidad o rigidez muscular, los temblores, los problemas visuales y la fatiga.
Algunas personas también experimentan problemas con el equilibrio cuando su temperatura corporal se eleva. En este caso, el problema podría resolverse tratando las causas del aumento de la temperatura, como puede ser una infección. En cualquier caso, la combinación de estos factores hace que caminar sea más complicado, y eso sin sumarle baldosas flojas o tacones altos.
El abordaje del desequilibro será distinto según la causa, aunque los ejercicios pautados por un fisioterapeuta generalmente constituyen un buen tratamiento y pueden contribuir a mejorar el equilibrio y la seguridad, sea cual sea el origen.
Lo bueno de todo esto es que aparentemente el equilibrio es algo que se puede trabajar, siguiendo los consejos de tu fisioterapeuta que te creará una tabla de ejercicios para mejorar el equilibrio y evitar las caídas. Al fin y al cabo el objetivo es mejorar la calidad del paciente. He aquí los ejercicios que se aplican recurrentemente:
• Paciente de pie enfrente del fisio sube un pie de forma que se encuentra en postura monopodal. En esta postura el paciente junta las manos e intenta tocar diferente puntos indicados por el fisio con sus manos.
• Desestabilizaciones o empujones recibidos por parte del fisio para mantener la posición.
• De pie con brazos en cruz el paciente deberá ir levantando los pies e ir sorteando una serie de obstáculos en el suelo hacia delante y hacia atrás.
• Transferencia de peo de un pie a otro en bipedestación.

Pero lo más importante de todo, no dejes que el miedo a caerte te impida mantenerte activo. Realizar ejercicio de forma regular resulta sumamente beneficioso para el equilibrio y la coordinación, ya sea nadar, caminar o tomar clases de yoga; en un pequeño estudio se ha demostrado que esta última actividad mejorara el equilibrio de manera significativa.

Andrómeda

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