Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentaron al Ballet Nacional Sodre de Uruguay dirigido por Julio Bocca en su vuelta a los escenarios españoles, en esta ocasión con dos programas, Coppélia y Una velada con Duato y Kylián.
El bailarín y coreógrafo Argentino Julio Bocca, presentó (del 27 Diciembre al 1 Enero) la versión que el coreógrafo cubano Enrique Martínez realizó en 1968 del famoso ballet con música de Leo Delibes y libreto de Charles Nuitter. Este ballet se estrenó por primera vez en París en 1870 en el Teatro Imperial de la Ópera de la Rue Le Peletier en presencia del emperador Napoleón III. La versión que con coreografía de Arthur Saint-León está basada en el conocido cuento de E.T.A. Hoffmann, destaca por su dinamismo y complejidad coreográfica, heredadas de la tradición franco rusa.
Durante las fiestas navideñas, tuve la ocasión de asistir a la representación de Coppélia una función fresca, ágil y llena de colorido apta para todas las edades y verlo en familia ideal para esas fechas. Es un ballet pantomima, o sea que tiene mucho teatro, y esta versión acentúa ese aspecto. Reconozco que desde el primer momento me entusiasmó, por su dinamismo, su puesta en escena a nivel también de vestuario, que impacta mucho por el juego de colores, al igual que la parte coreográfica y la cantidad de gente en escena, con un final con casi 70 bailarines sobre el escenario.
Coppélia’ narra la historia de una pareja de enamorados, Swanilda y Franz, entre quienes se interpone Coppélia, una muñeca de aspecto humano. Este montaje es muy colorido y los tres actos pasan volando porque es muy mágica y divertida.
Todos los bailarines estuvieron perfectos, ejecutando asombrosos saltos y giros que hicieron las delicias del público. Además tienen que pasar por muchos registros teatrales, desde la alegría a la tristeza, recorriendo todo un abanico de sentimientos, lo que confiere a la obra un aspecto tragicómico.
Por otra parte, como en anteriores ocasiones os he comentado, los Teatros del Canal están completamente adaptados. Se puede acceder a los asientos a través de ascensores y los baños tienen acceso para personas con movilidad reducida. La mejor manera de ver los espectáculos es comprando una entrada en la zona de patio de butacas y a partir de la fila 11 en la que la visibilidad es idónea.
Desde mi punto de vista, es una pena que sólo se programara para 5 únicas funciones pues la verdad es que mucha gente habría querido disfrutar de este magnífico ballet. El público quedó hechizado y encantado por este espectáculo tan extraordinariamente representado.
Andrómeda
