El sábado pasado fuimos a hacer la compra al supermercado Ahorramas, en la zona del ensanche de Vallecas, tiene parking y una plaza de minusválido cerca de la entrada.

Cual fue mi sorpresa, cuando llegué y la plaza estaba ocupada, además por un vehículo sin acreditación. Menos mal que el coche estaba bien aparcado y dejaba suficiente sitio para que yo pudiera aparcar. Así lo hice, y cuando estaba montando mi scooter, llega el propietario del coche, y le decimos que en ese sitio, no debe aparcar. El individuo se nos pone de uñas, y alega que al ser un parking privado, esa señal no tiene validez. En esa afirmación me pilló un poco lejos, para decirle espera que llamo a la policía municipal y a ver que opinión les merece esta afirmación. Mi mujer se sublevó ante esta opinión, y le dijo” ojalá no tengas nunca la enfermedad de mi marido”.

Total, que el susodicho cogió el coche y desapareció de la escena, quedándome la duda de si lo volvería a hacer más veces.

Es un pequeño ejemplo de la falta de solidaridad en la que vivimos, en la que este “señor” le venía bien dejar el coche ahí y no reparó en más cosas.