La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema nervioso central, provocando una amplia variedad de síntomas, entre ellos, problemas de visión, fatiga, debilidad y movilidad reducida.
La rehabilitación y la fisioterapia juegan un papel crucial en el manejo de la EM, ya que ayudan a mejorar la función física y a mitigar la fatiga, un síntoma que afecta a más del 80% de los pacientes.
La fatiga puede ser debilitante, dificultando las actividades diarias y la calidad de vida. Por ello, es fundamental que los pacientes reciban un enfoque integral que incluya ejercicios específicos, técnicas de conservación de energía y apoyo psicológico.
Sin embargo, muchos enfrentan problemas económicos para la acceder a tratamientos adecuados, lo que agrava su situación.
La necesidad de adaptar la vivienda o dispositivos para la ayuda a la movilidad, como puede ser una silla de ruedas, son un aspecto esencial para garantizar la independencia y seguridad de quienes viven con EM.
Abordar estos desafíos es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple.