El diagnóstico de la esclerosis múltiple es muy complejo y suele requerir de dos tipologías de pruebas; examen físico y pruebas diagnósticas para su confirmación.Sobre todo el diagnóstico de «la enfermedad de las mil caras» requiere de tiempo. Y es fácil hacer un diagnóstico erróneo.
Actualmente no existe una prueba o examen de laboratorio específico para diagnosticar la esclerosis múltiple. Se requiere de un historial clínico completo, examen neurológico y estudios de diagnóstico.
Varios procesos de tipo infeccioso, metabólico o vascular pueden simular un cuadro parecido al de la EM, por lo cual se necesita realizar un diagnóstico diferencial. Por este motivo, para el diagnóstico diferencial se necesitan descartar otras enfermedades y condiciones que se pueden parecer a la EM por sus síntomas y signos realizando todos los examenes necesarios.
Algunas de las enfermedades que se pueden parecer a la EM son: Lupus, vasculitis, sarcoidosis, encefalitis, mielitis, enfermedad de Lyme, sífilis, herpes zoster, HIV, problemas genéticos, deficiencia de vit B12, diabetes, enfermedades del tiroídes, tumores, problemas degenerativos o traumáticos como compresiones espinales y malformaciones vasculares.
Diagnóstico definitivo
Actualmente la regla básica para efectuar un diagnóstico de la esclerosis múltiple requiere que se reúnan las dos condiciones siguientes:
- Debe haber evidencia de dos exacerbaciones o dos áreas de pérdida de mielina o lesiones de desmielinización.
Las exacerbaciones, recaídas y ataques son apariciones súbitas o agravamiento de los síntomas y signos que duran por lo menos 24 horas.
Se llama evidencia objetiva ya que se puede comprobar mediando un examen neurológico u otro tipo de examen.
Las exacerbaciones deben presentarse en diferentes ocasiones o separadas en el tiempo y afectar a diferentes áreas del sistema nervioso central (cerebro, médula espinal, nervio óptico).
- No debe haber otra explicación razonable para la formación de las placas o síntomas de las personas. Es decir que
se hayan descartado objetivamente el resto de enfermedades que pueden causar síntomas neurológicos similares.
Estas dos condiciones, llamadas Criterios de MacDonald de 2001, permitieron consensuar la práctica médica en el diagnóstico de la esclerosis múltiple y establecer un diagnóstico más temprano de la patología, sin necesidad de recurrir a biopsias.
Este se aplica principalmente cuando un paciente experimenta lo que los médicos llaman síndrome clínico aislado (CIS), que es la aparición de síntomas neurológicos que son típicos de la EM en una persona que no ha sido diagnosticada de EM.
Estos criterios son un consenso de un grupo internacional, liderado por el Dr. McDonald, sobre como modificar los anteriores de Criterios de Poser, de 1983, para incluir las pruebas de resonancia magnética en la diagnosis, de forma que optimice las probabilidades de acierto.
Veamos los antiguos criterios de Poser:
-Dos brotes y evidencia clínica o paraclínica de una lesión más presencia de BO en el LCR (bandas oligoclonales del líquido cefalorraquídeo) o elevación del índice de IgC (índice de grasa corporal).
– Un brote y evidencia clínica de dos lesiones separadas más presencia de B.O. en el LCR o elevación del índice de IgC.
– Un brote y evidencia clínica de una lesión y evidencia paraclínica de otra lesión y evidencia paraclínica de otra lesión separada más presencia de BO en el LCR o elevación del índice de IgC.
Sin embargo se puede tardar meses en obtener dicho diagnóstico, ya que en ocasiones, las pruebas se deben repetir varias veces para poder reunir la información necesaria en las distintas zonas y en los distintos momentos.
Todo ello sin contar con que, si el afectado, acude a la consulta con un brote, al remitir sin un diagnóstico establecido, a veces pasan años hasta que se presentan otros síntomas u otro ataque que permite confirmar que se padece la enfermedad.
Los Criterios de Mcdonald fueron revisados en 2005 y en 2010
Los cambios básicos, publicados en la revista «The Lancet Neurology», fueron realizados por un comité de 30 expertos internacionales especializados en esclerosis múltiple, quienes destacan que la EM es siempre mejor diagnosticada si es por parte de un médico con experiencia en EM.
Y estos son los puntos principales a considerar al hacer un diagnostico de EM, actualizados:
– Obtener una resonancia magnética cerebral, si es posible, durante el proceso de evaluación.
– Se puede prescribir una resonancia magnética espinal cuando se necesiten datos adicionales para confirmar el diagnóstico.
– Bandas oligoclonales: Son bandas de proteínas que están relacionadas con la inflamación en el sistema nervioso central.
La detección de bandas oligoclonales en el líquido cefalorraquídeo pueden ahora sustituir, al hacer el diagnóstico, la detección de lesiones en la columna vertebral mediante múltiples resonancias magnéticas.
– Tipos de lesiones: Tanto las lesiones de RM asintomáticas, como ahora las sintomáticas, pueden utilizarse para determinar si las lesiones han aparecido tanto en el espacio, un daño más en un punto del sistema nervioso central, como en el tiempo, el daño se ha producido más de una vez.
– Lugar de las lesiones: Se han agregado lesiones corticales en el cerebro a las lesiones yuxtacorticales (al lado del cortex cerebral o sustancia gris que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales) para su uso en cumplimiento de los criterios de RM para la diseminación de lesiones en el espacio.
– Una consideración esencial del diagnóstico debe ser que no hay una mejor explicación para los síntomas y los resultados de las pruebas que un diagnóstico de EM.
El comité también recomienda:
– Cuando se usa líquido cefalorraquídeo como parte del proceso diagnostico, éste debe ser comparado con una muestra de sangre para confirmar que las bandas oligoclonales solo aparecen en el líquido cefalorraquídeo. En caso de que estas aparezcan en sangre, no es apropiado un diagnóstico de EM.
– Se puede hacer un diagnóstico de EM sin tener que indicar si el curso de la enfermedad está activo o no, y si es progresivo o no.
El curso y tipo de la enfermedad se deben volver a evaluar periódicamente.
Las investigaciones sugieren que el diagnóstico tardío o el diagnóstico erróneo no es infrecuente.
Según un comunicado de prensa de la NMSS, National MS Society, si «un individuo no presenta síntomas tempranos similares a la EM, o es miembro de una población en la que la EM es menos común (como niños, personas mayores o poblaciones no blancas), las pruebas adicionales pueden ayudar a reunir evidencia adicional necesaria para confirmar si la persona realmente tiene esclerosis múltiple u otra patología que pueda requerir un tratamiento y seguimiento diferente».
Realizar todas estas pruebas de forma más rápida y precisa debería conducir a un tratamiento más rápido y mejor.
La revisión de los criterios de mcdonald es un intento de facilitar este proceso.
Carmen López
Fuentes:
www. fundaciongaem.org
www.nationalmssociety.org/espanol
www.nacionalssociety.org
www.multiplesclerosisnewstoday.com
www.elsevier.es
www.wikipedia.es
www.google.es