Cada vez que acudimos a nuestra ITV neurológica una de las pruebas que nos realizan es la comprobación del reflejo de Babinski, que se presenta después de que se ha frotado firmemente la planta del pie. Cuando este reflejo es positivo el dedo gordo del pie se mueve hacia arriba o hacia la superficie superior del pie y los otros dedos se abren en abanico. 

El reflejo de Babinski es uno de los reflejos naturales que se pueden observar en niños pequeños (hasta los dos años, aproximadamente), y luego desaparece. El reflejo, también llamado “signo”, se produce cuando se roza con cierta fuerza la planta del pie: el primer dedo (grueso) se mueve hacia arriba, mientras que los otros pueden separarse unos de otros.

La observación de la respuesta plantar es una parte importante del examen neurológico. Babinski descubrió este signo o reflejo en 1896, distinguiendo entre la respuesta normal y la de pacientes con lesiones en el cerebro o en la médula espinal.

Causas

Cuando se observa el reflejo o signo de Babinski en niños mayores de dos años o en pacientes adultos, se interpreta como un indicio de alguna alteración del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Entre esas alteraciones pueden incluirse:

• Esclerosis lateral amiotrófica (enfermedad de Lou Gehrig)
• Lesión o tumor cerebral
• Meningitis
• Esclerosis múltiple
• Defecto, tumor o lesión en la médula espinal
• Ictus (infarto cerebral)

La respuesta plantar es un reflejo que no únicamente implica a los dedos de los pies, sino otros los músculos de la pierna. La correcta interpretación del signo de Babinski depende del método y la superficie del pie en la cual se aplica el estímulo, por eso es importante evaluar la respuesta en la totalidad de la pierna.

Además, el reflejo de Babinski es un hallazgo a considerar en el conjunto del reconocimiento médico, unido a otras consideraciones, no como un elemento único para el diagnóstico. Por ejemplo, no se interpreta igual en pacientes con paraplejia o con migraña que en personas que, por su historia y antecedentes pueden manifestarlo como un signo precoz de una lesión neuronal.

Pero, ¿por qué tiende a levantarse un dedo cuando hay lesiones en el sistema piramidal? El sistema piramidal o vía corticoespinal está formado por redes de células nerviosas que llevan los impulsos nerviosos desde la corteza cerebral hasta las neuronas motoras de la médula espinal.

La implicación de músculos de la pierna es particularmente evidente en el reflejo cuando se observa en niños pequeños.

Es necesario que se hagan tres observaciones para confirmar que una persona manifiesta el signo de Babinski:

• El tendón del músculo extensor largo del primer dedo debe estar activo. Por ese motivo, no se cuenta como reflejo de Babinski un movimiento de todo el pie, un regreso del primer dedo a la posición original tras haberse desplazado hacia abajo ni un primer dedo inmóvil cuando el resto de los dedos se desplazan.
• El movimiento hacia arriba del primer dedo debe coincidir con una contracción de los otros músculos flexores de la pierna.
• Debería ser posible provocar el reflejo más de una vez. Las reacciones a una sensación de cosquilleo pueden dar lugar a confusión. En esos casos, es mejor limitar la estimulación a una pequeña parte de la planta del pie, preferiblemente lateral.

Mitos entorno al reflejo de Babinski

La estimulación debe ser intensa (incluso dolorosa)- No es cierto. De hecho, en algunas ocasiones un contacto leve, como el que se produce con las sábanas, es suficiente para excitar los nervios y que se presente el reflejo.

Cuando haya dudas, se pueden emplear “variantes” del reflejo de Babinski- El reflejo plantar es el más eficaz para evaluar la presencia del signo, pero no el único. Tras el descubrimiento, otros neurólogos han intentado emular el hallazgo con nuevos métodos de estimulación, pero al final el fenómeno sigue siendo el mismo.

Solo cuenta el primer movimiento- Tampoco es así. De hecho, a veces el primer movimiento no es el que muestra el signo con mayor claridad.

El verdadero signo de Babinski incluye apertura en abanico del resto de dedos- La separación de los otros dedos es un fenómeno asociado, pero no tiene gran importancia.

Cris Bajo