A luchar

Como cada año, una vez que quitamos el mes de agosto al calendario, ya estamos de vuelta. Y lo hacemos un año más desde que en 2016 empezamos esta andadura en la que nos propusimos hacer llegar a los pacientes una información veraz sobre la esclerosis múltiple adaptada a nuestro lenguaje. A ese idioma universal que hablamos todos aquellos a los que nos ha tocado sentir la EM como compañera de camino.

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Atrás queda ya el tiempo de ruptura de la rutina, de viajes, de familia, de convivir con otros… y, además, “espero” que dejemos el calor asfixiante, la inaccesibilidad de los parajes turísticos, la fatiga de los sobreesfuerzos y la incomodidad de esos rincones que, lo confesemos o no, no se amoldan a nuestro cuerpo de una forma tan idílica como nuestras propias camas y sillones.
Y es que toca la vuelta al cole. Un regreso deprimente a nivel político, amenazante en términos económicos, crispado en lo social y, en algunos casos, con nuevos dirigentes muy capaces, sino lo evitamos, de olvidarse de nuestras necesidades.
Por eso, no nos queda otra, como cada inicio del curso escolar, que ponernos el uniforme de pelea. Una lucha individual que nos obliga a seguir adelante, a enfrentarnos a lo cotidiano y afrontar los nuevos retos. Un año más en una batalla que nos invita a tener los pies en el suelo, pero dispuestos siempre a acometer el siguiente reto. Os propongo en esta ocasión que aprendamos a ser tolerantes con quien tenemos al lado y que aprendamos a sumar experiencias y no a multiplicar mezquindades y soliloquios.
Tenemos por delante también un aluvión de desafíos comunes que nos están esperando. Tenemos que apostar por dar una mayor visibilidad a la esclerosis múltiple, sin tópicos facilones y sin mentiras. Tenemos que reivindicar nuestros derechos, en accesibilidad, en dependencia, en integración laboral… en definitiva, en calidad de vida. Y lo tenemos que hacer todos, porque cuantas más voces sumemos más posibilidades tendremos de éxito.
En resumen, nos toca guardar el cubo y la pala, los bañadores, la crema bronceadora y ponernos a rebuscar que líneas de investigación nos pueden aportar esperanzas, que ayudas técnicas nos pueden facilitar nuestra vida y, sobre todo, recuperar a nuestro lado a aquellos que han estado más lejos en el verano pero que son nuestro soporte en los días de lluvia.
Hoy muchos hemos vuelto a la rutina: algunos al trabajo, otros a sus estudios, muchos a la rehabilitación y a los hospitales. Otros no cambian de ritmo porque no han tenido oportunidad de tener una vida diferente en los meses de calor. Aún así, todos debemos llenar nuestros pulmones de septiembre, y aprovechar para conseguir ser lo que queremos ser asumiendo nuestras circunstancias.
Nosotros intentaremos cumplir con nuestra voluntad de acercaros la información, de que tengáis un apoyo más, un espacio donde se escribe sabiendo con certeza lo que sienten nuestros lectores. Contamos con vuestra colaboración para que no se nos olvide nada importante y para que nos hagáis llegar vuestras propias experiencias. Nada de esto tiene sentido sin vosotros.

El reto es difícil pero, ¿no nos dicen siempre que somos grandes luchadores? Pues vamos a ello…

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