Recientemente el Estado ha anunciado que las condiciones para adquirir la Tarjeta dorada cambiarán a partir del 1 de Abril. Una buena noticia que no nos permite olvidar las carencias que aún existen en la red ferroviaria española en cuanto a la accesibilidad.
Los mayores de 60 años, presentando DNI, NIE o Pasaporte; pensionistas mayores de 18 años de la Seguridad Social Española que estén en situación de Incapacidad física o psíquica Permanente Total, Absoluta o Gran Invalidez y pensionistas mayores de 18 años de las clases pasivas civiles y retirados militares que estén en situación de Incapacidad Permanente para el servicio o inutilidad presentando el documento acreditativo de la condición de pensionista en una de las situaciones citadas; y las personas con una discapacidad igual o superior al 65% acompañadas por otra que tendrá las mismas condiciones económicas de viaje que el titular, presentando el certificado, Tarjeta de Discapacidad o documento acreditativo que expida el organismo autonómico o estatal español que lo legitime, seguirán pudiendo obtener dicha tarjeta. Y a partir del 1 de Abril, también podrán conseguirla las personas con una discapacidad reconocida igual o superior al 33% presentando los mismos documentos que necesitan las personas con más de un 65% de discapacidad.
La tarjeta se podrá conseguir por 6€ en las taquillas de cualquier estación de Renfe y tiene un periodo de validez de 1 año, en el que se podrán obtener los billetes con un descuento de hasta un 40%, aunque será acumulable a los descuentos de familia numerosa. Para ver todas las condiciones asociadas a la tarjeta, se puede consultar en la web http://www.renfe.com/viajeros/tarifas/tarjeta_dorada.html
Una buena noticia pero queda mucho por hacer
Por otra parte, aún queda mucho margen de mejora por parte de la gran compañía ferroviaria española, y es que, mientras en la larga distancia vemos avances, en cercanías vemos que la mayoría de estaciones y trenes no están adaptados para las personas con movilidad reducida, en especial para los usuarios que viajan en silla de ruedas, que no pueden acceder a los vagones.
Otra demanda recurrente entre los usuarios es tener baños adaptados en las estaciones, porque como ya hemos hablado en este blog en alguna ocasión, por desgracia, no todas las personas tienen control pleno para poder aguantarse las ganas de ir al baño, y aunque viajemos con pañales o compresas, resulta molesto tener que usarlos en medio del trayecto e ir sucios durante el resto del viaje, cosa que se podría solucionar con una parada en un baño en la estación.
Viajar en AVE con la ayuda de Atendo es cada vez más fácil, pero disfrutar de la red ferroviaria plenamente sigue siendo una utopía que se suma a la imposibilidad de usar otros transportes públicos como el metro de Madrid. A todos les gusta presumir de accesibilidad pero sigue sin ser real.
Sergio Fdez.