Ocrelizumab está de moda, así lo hemos podido comprobar esta semana en la que los medios de comunicación se han hecho eco de la autorización del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de su financiación. Todos los medios enfatizan en que ‘Ocrevus’, la primera terapia «eficaz» contra la esclerosis múltiple (EM) remitente-recurrente (EMRR) y secundaria progresiva con brotes (EMSP), así como en la primera progresiva (EMPP), las dos formas más frecuentes de la enfermedad.
El actual jefe de Neurología de la Universidad de California en San Francisco, Stephen Hauser, solo era un residente y atendió a una joven a la que la EM en poco tiempo había paralizado la mitad de su cuerpo. Conmovido por esta situación, Hauser decidió dedicar su carrera a buscar nuevas opciones terapéuticas que permitieran tratar de una manera eficaz la EM. Sus investigaciones hace 20 años demostraron que las células T no eran la única causa posible de la enfermedad y determinaron el importante papel que juegan las células B en su patogenia. Ante esta situación Hauser decidió buscar apoyos para investigar nuevas moléculas que atacasen las células B y Roche asumió el riesgo con él. Sus investigaciones han permitido desarrollar Ocrevus® y han logrado demostrar que actuar sobre las células B puede ayudar a muchos pacientes a frenar la actividad y la progresión de la enfermedad, y así evitar el avance de la discapacidad.
Un avance indudable
Ocrevus® (Ocrelizumab),es, por tanto, el primer fármaco que ha demostrado ser eficaz en las formas con brotes de la enfermedad, como son la remitente-recurrente (EMRR) y secundaria progresiva con brotes (EMSP), así como en la primaria progresiva (EMPP). Para esta última forma de la enfermedad, una forma que representa el 10% de los casos y evoluciona rápidamente a incapacidad irreversible, Ocrevus® representa la primera y única opción terapéutica con indicación aprobada.
Ocrevus® se administra por vía intravenosa cada seis meses, sin que sea necesario efectuar controles de rutina entre dosis, la nueva molécula supone además un cambio de paradigma en el abordaje de la EM gracias a su innovador mecanismo de acción. Es el primer fármaco modificador de la enfermedad que actúa selectivamente eliminando las células B CD20+, un tipo específico de células del sistema inmunológico que tienen un papel clave en la patogenia de la EM y contribuyen al daño de la mielina y los axones, causando discapacidad en los pacientes.
El fármaco ha sido autorizado y reembolsado por el Sistema Nacional de Salud como tratamiento para pacientes adultos con formas recurrentes de esclerosis múltiple con enfermedad activa definida por características clínicas o de imagen y para aquellos con la forma primaria progresiva en fase temprana, en referencia a la duración de la enfermedad y al nivel de la discapacidad, y que presenten actividad inflamatoria en las pruebas de imagen.
Por lo tanto, aunque sois muchos los que estáis empezando con este tratamiento, no todos los pacientes van a recibirlo porque, de momento, está sujeto al protocolo del ensayo clínico que se realizó con pacientes que en primaria progresiva estaban en una fase temprana y aquellos cuya esclerosis múltiple remitente recurrente era muy activa. Ni que decir tiene que confiamos en que se amplíe su disponibilidad a personas con un grado de afectación mayor: cualquier momento es bueno para echar el freno a esta enfermedad.
Programa de desarrollo clínico ORCHESTRA
La autorización de Ocrevus® se ha basado en los resultados de tres ensayos clínicos fase III del programa de investigación ORCHESTRA, con la participación de 19 hospitales españoles, y en el que se ha evaluado a 2.388 pacientes que alcanzaron el objetivo primario y la mayoría de los secundarios. Los datos de dos ensayos clínicos fase III idénticos en pacientes con EM con brotes (OPERA I y OPERA II), mostraron que Ocrevus® presenta una eficacia superior con alrededor de un 80% de pacientes libres de brotes y una progresión significativamente más lenta de la enfermedad en comparación con dosis altas de interferón β-1a durante el período de tratamiento controlado de 96 semanas. Ocrevus® también incrementó significativamente la probabilidad relativa de los pacientes de alcanzar la ausencia de actividad de la enfermedad (NEDA) (lesiones cerebrales, brotes y progresión de la discapacidad) en un 64% en el estudio OPERA I y en un 89% en el OPERA II comparado con dosis altas de interferón β-1a (p<0,0001 y p<0,0001).
Según el doctor Xavier Montalban, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña en el Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, catedrático de la Universidad de Toronto, director de la División de Neurología de Toronto y del BarLo MS Centre, “el tratamiento de la EM llega, con Ocrevus®, a la mayoría de edad. Y lo hace, además, mediante una forma de administración que implica tan solo 2 días al año. Esto permite a las personas que viven con EM llevar una vida laboral y familiar con mínima interferencia causada por la pauta terapéutica. El abanico de opciones de tratamientos para la EM, podemos afirmar, es ahora más completo para todos los perfiles de esta enfermedad de las mil caras, dando un sentido profundo al concepto de medicina personalizada”.
Para el doctor Ángel Pérez Sempere, jefe de sección de Neurología del Hospital General Universitario de Alicante, el tratamiento con Ocrevus® aporta tres ventajas al paciente con esclerosis múltiple: la primera es una alta eficacia; la segunda es la seguridad, es decir, una baja incidencia de efectos secundarios avalada por la experiencia clínica del seguimiento durante varios años en los ensayos clínicos; y la tercera, comodidad, en el sentido de que el tratamiento interfiere poco en la vida cotidiana del paciente. Este especialista ha destacado, además, que “es el único fármaco que ha demostrado su eficacia tanto en la esclerosis múltiple en brotes como en la esclerosis múltiple primaria progresiva”.
“Comparado con otros tratamientos, es difícil encontrar otro fármaco que reúna las tres características mencionadas: alta eficacia, seguridad y comodidad. Hay fármacos que son cómodos de administrar, pero con dudas acerca de su seguridad a largo plazo, y otros fármacos que también son eficaces, pero con mayor riesgo de efectos secundarios y que requieren controles muy frecuentes”, ha aclarado el doctor Pérez Sempere.
En el ensayo clínico fase III en pacientes con EMPP (ORATORIO), Ocrevus® redujo significativamente la progresión de la discapacidad y los signos de actividad de la enfermedad (lesiones en Resonancia Magnética) en comparación con placebo a 120 semanas, siendo así, el primer fármaco que ha demostrado eficacia en pacientes con EMPP. Los pacientes tratados con Ocrevus® tuvieron un 24% menos de probabilidades de sufrir progresión de la discapacidad confirmada a 12 semanas y un 25% menos probabilidades de tener progresión de la discapacidad confirmada a 24 semanas (p=0,0321 y p=0,0365, respectivamente). Ocrevus® también ralentizó significativamente la progresión del deterioro de la marcha en un 29,4%, medido por el tiempo requerido para caminar 25 pies, en comparación con el placebo (p=0,0404).
“La llegada de Ocrevus® supone el cumplimiento de un anhelo que teníamos tanto las personas con EMPP como los neurólogos y científicos dedicados a la EM” según el Dr. Montalban quien ha liderado el estudio en EMPP en nuestro país y es el primer firmante del estudio publicado en la más prestigiosa revista en medicina, el New England Journal of Medicine. “Podemos decir que la lucha contra la EMPP ha completado su primera victoria al modificar de forma positiva el curso natural de la enfermedad con los beneficios que ello conlleva para la vida de miles de personas que hasta ahora experimentaban una progresión de la enfermedad. La siguiente gran victoria será conocer con exactitud las causas y los mecanismos de la EM de manera que podamos prevenirla y, eventualmente, erradicarla, así como identificar estrategias neuroprotectoras y neuroregeneradoras”.
En este sentido, el doctor Pérez Sempere explica que hasta el desarrollo del Ocrevus, no se disponía de ningún fármaco que hubiera demostrado eficacia en el tratamiento de la esclerosis múltiple primaria progresiva. “En la esclerosis múltiple primaria progresiva, los pacientes experimentan un deterioro gradual de la discapacidad desde el principio de la enfermedad. El tratamiento con Ocrevus consigue ralentizar esta progresión de la discapacidad en bastantes pacientes y en algunos casos se ha logrado mejorar la discapacidad”, ha añadido.
A partir de ahora, el uso de este medicamento entra en su fase definitiva porque miles de personas van a iniciar su tratamiento. Esperemos que esta fase confirme los datos revelados en el ensayo y seamos muchos los que encontremos un beneficio significativo.
Cris Bajo
Fuente: Roche
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