Los problemas de equilibrio son muy comunes en los afectados de esclerosis múltiple, pero las causas y los efectos pueden variar según la persona y el momento del día.
Aproximadamente un 33% de los afectados de esclerosis múltiple experimentaran vértigo en algún momento de su enfermedad.
El correcto funcionamiento del equilibrio reside en tres sistemas, cada uno de ellos envía impulsos nerviosos al cerebro, estos son los sensores de presión, el oído interno y la vista.
En el cuello, torso y las articulaciones de las piernas y los pies hay sensores de presión que transmiten información al cerebro sobre dónde está nuestro cuerpo en relación con el entorno. Estos mensajes se envían cuando hacemos cosas como girar la cabeza, movernos o caminar sobre superficies diferentes.
En el oído interno se encuentran diversas estructuras que se encargan de regular la correcta transmisión de los mensajes al cerebro sobre el movimiento, contribuyendo al equilibrio y la estabilidad del cuerpo.
Por los ojos percibimos las imágenes del mundo que nos rodea a través de las terminaciones nerviosas de la retina, que poseen células sensibles a la luz y color llamadas conos y bastones. Cuando miramos algo, las imágenes llegan a la retina y los bastones y conos envían señales sobre sus características al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro usa estas señales para interpretar lo que estamos viendo, generándose la percepción visual. Asimismo se recibe la información suficiente para percibir la profundidad, la distancia a la que está un objeto, algo esencial para mantener el equilibrio.
Como todos los síntomas asociados a la EM, los problemas de equilibrio y vértigo son el resultado de la degradación progresiva de la mielina, que como todos sabemos es la capa externa aislante que rodea a las células y fibras nerviosas que permite su correcto funcionamiento, y de las fibras nerviosas. Esto provoca un trastorno en la señal transmitida por las neuronas que conducen los impulsos del cerebro y la médula espinal hasta los músculos, lo que genera una activación excesiva.
Es por esto que la coordinación entre los tres sistemas implicados en el equilibrio no es la adecuada, por lo que provoca mareos y vértigos.
El vértigo se define como un trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del propio cuerpo o de los objetos que lo rodean, acompañado con frecuencia de náuseas y vómitos.
El vértigo suele acompañarse de pérdida parcial o total de equilibrio, situación que se agrava en los movimientos de giro rápido.
Como consecuencia de trastornos de equilibrio puede aparecer repentinamente la ataxia, que se define como movimientos musculares descoordinados. La ataxia puede afectar el movimiento del cuerpo desde el cuello hasta el área de la cadera o los brazos y las piernas.
Existen tratamientos farmacológicos para estos trastornos en la esclerosis múltiple, pero lo más adecuado es acudir a nuestro neurólogo y que él decida cuál es el mejor en nuestro caso.
Ángeles Glez.
Referencias:
1.US National Multiple Sclerosis Society, MS symptoms. Consultado http://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms
2.Drs. M. Murie & E. Moral (2011): Espasticidad en esclerosis múltiple, ISBN: 978-84-15198-27-7, Luzán 5, S.A., Madrid, España.