Hasta el día 4 de Noviembre, estuvo en el espacio de exposiciones Caixa Forum de Madrid, esta exposición de Disney que congregó a miles de niños y adultos durante el tiempo que estuvo presente, y es que la compañía del ratoncito se convirtió ya hace tiempo en un referente de la animación para niños y no tan niños.
La exposición estaba dividida en cinco sectores en los que podíamos ver bocetos en blanco y negro, en color, imágenes de las películas, e incluso fragmentos de algunas de las historias eran reproducidas en pantallas que congregaban a decenas de personas alrededor.
El primero de los sectores hacía referencia a los Mitos, que son historias en las que aparecen dioses, héroes y demás seres sobrehumanos. Este sector englobaba tanto la clásica historia por todos conocida de Hércules, como la película Fantasía, que contaba la historia a través de la música.
El segundo sector era el de las Fábulas, en que son los animales quienes toman la palabra y se hacen protagonistas de las historias. Como todas las fábulas, terminan con una moraleja, como en Los tres cerditos, o El sastrecillo valiente, esta última protagonizada por el propio Mickey Mouse, referente de la franquicia.
A continuación, en el tercer sector, llegan las Leyendas (mi sector favorito de la exposición). Las leyendas cuentan la historia de un héroe que vive sus aventuras y cuenta sus hazañas, con asiduidad en un bosque, y que no se sabe si en realidad ocurrió o fue algo ficticio para transmitir a quienes se paraban a escuchar la historia. Aquí podemos englobar películas como Robin Hood y Merlín el Encantador.
El cuarto sector y, al menos para mí, el más desconocido, era el de los Cuentos Norteamericanos o Tall tales. Al verlo, pensé inmediatamente que me hablarían de Pocahontas, pero la película elegida en este caso era John Henry, que como digo, era totalmente desconocida para mí y por las opiniones que pude escuchar en la sala, ocurría igual a más gente.
El último sector y más conocido, es el de los Cuentos de Hadas, donde podemos englobar clásicos como La bella durmiente, que fue la primera película a color de Disney, o La Cenicienta, y a otras películas más modernas como Frozen. Estas historias suelen ser adaptaciones de cuentos clásicos de autores como Anderssen o los hermanos Grimm, en los que Disney cambió el final de la historia para hacerla más accesible al público infantil. Estas historias cuentas con hadas, brujas, príncipes y princesas.
Sergio Fdez.
