Buscar el piso perfecto es un reto complicado y en ocasiones, casi imposible, y más si vas en silla de ruedas, aunque Madrid tiene muchas alternativas.

Recientemente he estado buscando piso, como muchos jóvenes en este país. Tienes unas expectativas a la hora de empezar a buscar, ya sea para alquilar o para comprar, y según van pasando las semanas, e incluso los meses, vas rebajando esas expectativas, aunque siempre centrándose en las características básicas que consideras necesarias para poder hacer vida en ella.
Yo tenía muy claro lo que quería en un primer momento y no pensaba ni pararme a mirar algo que no fuera así. Tenía que ser un piso bajo, con un baño amplio, con ventanas en todas las estancias, con suficiente espacio en las habitaciones, salón y cocina para poder moverme con la silla de ruedas, y cercano a un metro adaptado.

En cuanto a la parte que corresponde al metro, y descartado el centro de Madrid por la falta de ascensores, y por el precio de los pisos, me centré en la zona de fuera de la M30, y he de decir que me llevé una desilusión muy grande, ya que en un primer momento tenía en la cabeza la zona de Colonia Jardín porque era un metro que conocía por dentro y está en un lugar bastante estratégico y bien comunicado, pero al pasearme por el barrio que rodea al metro me encontré con aceras estrechas, muchas cuestas y pasos de peatones sin rebaje, por lo que tuve que hacer parte del camino por medio de la carretera, con el peligro que ello conlleva. También me llevé una grata sorpresa cuando estuve mirando por Aviación Española y por Villa de Vallecas, ya que eran todo lo contrario. Unos barrios fantásticos, con aceras anchas y rebajes en los pasos de peatones (como deberían ser todos), pero los pisos eran demasiado pequeños para lo que yo buscaba. Valdezarza, Pueblo Nuevo, Carabanchel, Villaverde, Usera, Campamento… e incluso vi alguno en Alcorcón y Leganés.

Después de un par de meses buscando y sin encontrar algo dentro de mi presupuesto, decidí empezar a rebajar mis expectativas. Vi algunos pisos que tenían varias de las características que buscaba, incluso vi uno que tenía todas menos lo del piso bajo, pero esa era la principal y más excluyente de todas para mí porque siempre he tenido muy claro que necesito poder salir a la calle cuando quiera y eso sólo me lo garantiza un bajo. Algunos comerciales de agencias no lo entendían y me decían que con tener ascensor podría conseguir lo mismo, pero se lo razoné de la siguiente manera: Imagina que se va la luz del edificio o aún peor, que hay un incendio. No funciona el ascensor. Siempre me decían que me ponía en lo peor, pero en esos días salió la noticia de una mujer que llevaba 17 días sin poder salir de casa porque se había estropeado el ascensor, así que me dió más motivos para seguir queriendo un bajo. Pero no sirve con que sea un bajo cualquiera, y es que en ocasiones hablabas con el dueño o la agencia y le preguntabas si tenía escalón a la entrada y te decían que no tenía o que era uno pequeño y cuando llegaba, veía algunos de un palmo de alto, así que me quedé sin ver varios pisos que por las fotos de internet tenían buena pinta.

Otro de los requisitos imprescindibles era que estuviera cerca de un metro adaptado y por el mismo motivo, para poder salir y desplazarme cuando quisiera. Y al final, renunciando a algunos de los requisitos iniciales, encontré un piso asequible en el que poder vivir. No tenía un baño como imaginaba en un primer momento, ya que es un poco pequeño y no tiene ventana, pero es accesible con la silla de ruedas y tiene ducha, así que al menos es funcional.

Yo decidí buscar un piso para comprar porque sabía que con lo que cuesta encontrar un piso no tenía, con mis circunstancias personales, ganas de tener que buscar otro dentro de unos años y tener que hacer mudanza de nuevo y además así, con el tiempo, lo iré acomodando a mis gustos, o si quiero cambiar cualquier cosa.

Sergio Fdez.