Otro año más, el último Sábado de Mayo, se ha celebrado la carrera que fue creada para dar visibilidad a una enfermedad que afecta en España a 1 de cada 1000 personas.
La jornada reunió a unas 4000 personas que tiñeron del azul y los dibujos de Katuki Saguyaki el espacio que iba a congregar la carrera, en la Casa de Campo de Madrid, junto a la estación de Lago. El tiempo acompañaba para la ocasión con una temperatura agradable después de las lluvias de estos días pasados y con la compañía del sol durante parte de la carrera, pero sin llegar a incomodar.
A las 09:02 dio comienzo la carrera de 10 kms en la que participaba la gente más preparada. 10 minutos después, tocaba la salida del resto de participantes en la carrera de 2,3 kms, en la que yo participaba. Debido al agua que había caído durante la semana, en la salida se había formado un charco de barro que hacía más épica la carrera (y a la vez hacía que me planteara correr por el riesgo a quedarme encallado con la silla de ruedas). Finalmente los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales de la FEMM me convencieron a tomar la salida y me acompañaron por si acaso. Sin prisa y en buena compañía hicimos la carrera animando la llegada de los que se atrevieron a correr los 10 kms.
Me tuvieron que sacar del barro en un par de ocasiones, pero mereció la pena participar para ver el ambiente desde dentro otro año más.
Mientras los que íbamos con menos prisa terminábamos la carrera dio comienzo en el lateral, junto al camión de la organización, una clase de zumba para amenizar al personal.
A eso de las 11 dio comienzo la entrega de premios, con la directora de la FEMM, Carmen Valls y el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruíz Escudero, quien también se animó a correr en esta edición, a la cabeza, para los que habían llegado primeros en cada categoría, sorteos patrocinados, y se recordó, como cada año, que los ganadores somos todos los que ayudamos a dar visibilidad a esta enfermedad y reclamamos más investigación para curarla. Especial mención al emotivo momento vivido en la entrega de premios en la categoría femenina de la carrera de 10 kms cuando la que había quedado primera hizo subir a su amiga, a quién había venido a acompañar, que tiene esclerosis múltiple y que “es la verdadera ganadora y me lo demuestra cada día”.
Tras los premios, llegó otra sesión de baile para relajar músculos y las ya tradicionales cañas, en los bares aledaños, con los amigos.
Si este año os lo habéis perdido, no os preocupéis; ya queda menos para la novena edición en la que os esperamos a todos.
Sergio Fdez.