Todos tenemos muy claro que el trabajo dignifica intrínsecamente a todos, que nos sentimos mejor cuando estamos activos laboralmente, ya que nos sentimos útiles en la sociedad y que la discapacidad por sí misma no debe impedir trabajar a nadie que lo desee. La aparición de la esclerosis múltiple o de cualquier otra enfermedad crónica, no debería afectar a los intereses profesionales de cada uno y permitirle desarrollarse en el campo que cada uno escoja.
Las personas con esclerosis múltiple son una inapreciable fuente de capital humano en la sociedad en que vivimos. En muchos casos somos trabajadores cualificados con amplios currículos, algo muy normal ya que la EM se presenta en las etapas inicial y media de nuestra edad adulta, después de que muchas personas hayan comenzado, y en muchos casos afianzado sus carreras profesionales.
Muchos afectados se ven obligados a dejar sus puestos de trabajo antes de que la enfermedad los incapacite para realizarlo debido a las barreras con las que nos encontramos en nuestro día a día, como son las dificultades de desplazamiento. No podemos olvidar que en ciudades grandes las estaciones de metro que están adaptadas aún son muy pocas, igual nos ocurre con los trenes de cercanías. Las dificultades para introducir las adaptaciones que se precisen en cada caso en el lugar de trabajo, en muchas ocasiones no se conocen todos los instrumentos de ayuda que existen en el mercado. A todo esto hay que añadir la falta de ayuda gubernamental para seguir trabajando y la discriminación de los empresarios al ser la EM una enfermedad impredecible y progresiva.
Un estudio realizado en pacientes con esclerosis múltiple muestra que los hombres, las personas con estudios superiores, las que no experimentan problemas cognitivos, los trabajados que no requieren mucho esfuerzo físico o exposición al calor, los trabajos en la administración y gerencia, así como los que en sus empresas cuentan con políticas serias para personas con discapacidad, son los grupos sociales que permanecen en su profesión por más tiempo.
La rehabilitación profesional proporciona a las personas con EM un mecanismo para ajustar sus carreras profesionales y seguir en el mercado laboral. El objetivo de la rehabilitación profesional es ofrecer servicios, apoyos y educación que permitan a las personas con discapacidades obtener, conservar y progresar en trabajos compatibles con sus intereses, capacidades y experiencia. En este servicio trabajan mucho las asociaciones de afectados con un equipo interdisciplinar con profesionales en el campo de la psicología, el asesoramiento, el trabajo social, la tecnología y el derecho mediante una evaluación exhaustiva de las aptitudes y los intereses profesionales de los afectados.
En Madrid se celebra anualmente en IFEMA (Feria de Muestras) una oferta de empleo para personas con discapacidad, en la que distintas empresas ofrecen puestos de trabajo de distinta capacitación y los interesados pueden entregar currículum e incluso tener entrevistas in situ con los departamentos de recursos humanos.
La esclerosis múltiple nos afecta a distintas capacidades, como son los problemas cognitivos, de movilidad, el habla y la fatiga entre otros. No todos los afectados sufren estos deterioros, por lo que es muy importante los ajustes del lugar de trabajo como pueden ser modificaciones de horarios, estrategias mnemotécnicas para combatir los problemas cognitivos, vehículos motorizados para paliar la fatiga y los problemas de movilidad, control de la temperatura en el lugar de trabajo, instrumentos de ayuda para la visión como pueden ser lupas, software lector en voz alta, aparcamientos accesibles, modificaciones en los edificios para permitir la entrada en silla de ruedas, chalecos refrigerantes, teclados ergonómicos, programas de reconocimiento de la voz y algo muy importante que muchas empresas están poniendo en práctica tanto para sus empleados con o sin discapacidad es el trabajo en el domicilio del trabajador, sin la obligación de horarios fijos ni desplazamientos. En algunos países el empresario está obligado a pagar los ajustes necesarios para el empleado, en otros los organismos gubernamentales y, a veces, los propios trabajadores tienen que asumir los costes de los ajustes que precisen.
Con independencia del país en el que uno viva, es imprescindible conocer los derechos legales con los que contamos los trabajadores con discapacidad, los servicios comunitarios disponibles y los recursos financieros o de otro tipo que nos pueda facilitar la continuidad de nuestra vida laboral, ya que es un factor fundamental para el éxito profesional a largo plazo para las personas afectadas por esclerosis múltiple. Y lo más importante, mantener un régimen de tratamiento sintomático activo y afectivo, identificar los cambios en nuestro rendimiento laboral, idear soluciones para solucionar los problemas en el trabajo y defendernos frente a los empresarios para que apliquen las medidas necesarias, estos son los antídotos más poderosos contra las repercusiones negativas que tiene la esclerosis múltiple en nuestra vida profesional.
Es muy importante sentirnos activos y útiles en la sociedad en la que vivimos, además nos ayuda psicológicamente y emocionalmente.
Ángeles González
