Las úlceras por presión

Úlceras por presión, escaras, llagas, ulceras por decúbito… muchas formas de llamar a un mismo problema…

Por María Valdivia, enfermera de la FEMM

7E8793DC-5441-4433-8B50-864AC918E786Los sistemas de salud van aumentado el grado de importancia otorgado al problema de las úlceras por presión (UPP) como efecto adverso de la atención sanitaria ya que las UPP, lejos de ser un proceso banal, inevitable o silente, es un problema de salud de primer orden. Son grandes las repercusiones de las UPP sobre los pacientes en términos de deterioro de salud, calidad de vida y sobre los sistemas de salud, en términos económicos.
¿Cómo se forman?
La presión constante sobre la piel provoca la compresión de pequeños vasos sanguíneos, que son los que proveen a la piel de oxígeno y nutrientes.
Cuando hay problemas de movilidad, se tiende a que una parte de nuestro cuerpo permanezca apoyada sobre cualquier superficie (una silla, el colchón de la cama, un respaldo…) Esa superficie hace presión por un lado, y nuestras estructuras internas por otro, así se produce la compresión.
Generalmente, las UPP aparecen en zonas de nuestro cuerpo donde el hueso está más cerca de la piel ya que el hueso es una estructura muy dura y la piel es más delgada.
Pero… ¿no se puede hacer nada con esto?
Por supuesto, no nos podemos quedar esperando a que aparezcan, tenemos en nuestras manos muchas formas de prevenirlas. Algunos autores autores apuntan a que se pueden evitar en el 90% de los casos. Casi dos tercios de todas las UPP son de origen nosocomial (hospitales o centros sanitarios), lo que indica un fallo en la prevención de estas lesiones y lo que parece indicar que los profesionales sanitarios deberíamos estar más al día.
Os voy a dar algunos consejos:
CAMBIOS POSTURALES: En personas encamadas cada 2-3 horas y no elevar el cabecero más de 30 grados para evitar fricción, si estás sentado cada hora, si se puede mover por sí mismo, cambiar el peso de las nalgas cada 15-30 minutos.
MOVILIZACIÓN: Fomentar la actividad física en la medida de lo posible, esto ayudará a favorecer la circulación. Sino realizar movilizaciones pasivas. Evitar la fricción con sábanas o superficies en movilizaciones pasivas.
EXAMEN DIARIO DE LA PIEL: Consultar con la enfermera ante cualquier lesión o cambio en la misma.
HIGIENE DE LA PIEL: Lavar con agua tibia, jabones neutros y sin friccionar, extremar las medidas higiénicas si existe incontinencia y usar absorbentes o colectores. Aplicar cremas hidratantes sin alcohol. Secar bien.
CUIDADO DE LOS PLIEGES CUTÁNEOS: Lavar al igual que el resto del cuerpo y secar muy bien. Si ponemos cremas hidratantes hay que extenderlas bien y secar después.
USAR DISPOSITIVOS DE ALIVIO DE PRESIÓN: Colchones y cojines antiescaras (consultar a un Terapeuta Ocupacional).
ALIMENTACIÓN RICA Y VARIADA: Proteínas diaria (carne, lácteos, pescado, huevo) frutas y verdura, ingesta adecuada de líquidos.
HIDRATACIÓN EXTERNA E INTERNA: Ingesta de unos 1.5l de agua al día, uso de cremas hidratantes.
PREVENCIÓN: Se recomienda el uso de aceites tipo Mepentol® (ácidos grasos hiperoxigenados) como prevención en zonas de riesgo (se puede comprar en farmacia)

FACTORES AMBIENTALES: Temperatura y humedad adecuadas, suficiente ventilación, apoyo de familia o cuidadores. Tener una enfermera de referencia.
Hay distintos grados de UPP que van del 1 al 4
En el primer grado aparece un eritema (enrojecimiento), lo diferenciamos de otras lesiones presionando con un dedo, normalmente la zona a presionar se vuelve más blanca, cuando ya hay una lesión por presión se queda enrojecida. Este es nivel más importante de actuación, es importante consultar con una enfermera ante cualquier sospecha.
En el segundo grado ya hay pérdida de tejido en la dermis, es decir, la herida ya está abierta.
En el tercer nivel ya afecta a la capa grasa y en el cuarto puede llegar a afectar al músculo y el hueso.
Puede que la herida se infecte, supure o que incluso se produzca una capa de tejido necrótico endurecida y de color negro (esto es lo que, en realidad se llama “escara”)
A partir del nivel 2 las UPP ya entrañan un riesgo en la vida de la persona ya que una infección puede ser peligrosa. De ahí la importancia de no esperar y tratar desde el inicio.
Ya sabéis, ante cualquier duda acudid a una profesional de enfermería, ya sea en el hospital, en el centro de salud o en cualquier centro sanitario de referencia. Si lo necesitáis, podéis pedir cita conmigo en la Fundación de Esclerosis Múltiple Madrid.

 

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