Todos en nuestra vida diaria adquirimos posiciones que nos resultan cómodas, pero que no son ni con mucho las apropiadas para nuestro cuello, espalda, hombros etc., cuántas veces estamos sentados en el sofá y en lugar de estar con la espalda recta, estamos recostados.
En nuestro caso esto se acentúa por la falta de fuerza en alguna de las piernas, la espasticidad, la falta de equilibrio y sobre todo si utilizamos un apoyo para ayudarnos a caminar como puede ser algún bastón o muleta. Tenemos que tener muy en cuenta que utilizamos de manera compensatoria determinada musculatura, para suplir a la musculatura más débil. Además de esto, el déficit que solemos tener en la coordinación hace que nuestros movimientos requieran más gasto energético y más fatiga muscular.
Adoptamos una posición cómoda a nuestros movimientos que son más torpes y que en muchísimas ocasiones no es la correcta para nuestro cuerpo y nos provocamos lesiones musculoesqueléticas nosotros mismos.
Seguro que todos hemos escuchado a nuestros fisioterapeutas, “baja los hombros”, “camina más erguida”, y un largo etc.
Yo particularmente tengo menos fuerza en el lado izquierdo de mi cuerpo, aparte de ser diestra, las lesiones están en el lado derecho de mi cerebro. Por eso muchísimas veces al sujetar algo que pese un poco, fuerzo hombros y cuello, aunque lo único que consigo con ello es incrementar el dolor y las contracturas musculares.
Qué decir tiene al caminar, cuando nuestra pierna en vez de dar un paso recto y hacia delante, nos hace un medio círculo antes de ir hacia delante, el día que caminamos mucho acabamos con dolor en lumbares y glúteo. Cuando tenemos que utilizar un apoyo para caminar, debido a nuestro escaso equilibrio, forzamos muchísimo toda la espalda, lumbares y cadera. Son cosas inevitables en nuestro día a día y no nos queda más remedio que acudir a rehabilitación con fisioterapia con dos motivos fundamentales, intentar corregir malas posturas así como hábitos en nuestras actividades diarias y mucho más importante, eliminar contracturas en cuello, espalda, piernas etc.. Tenemos que tener en cuenta que ninguna postura es buena mantenida mucho tiempo, nos interesa cada cierto tiempo cambiar de postura, si estamos sentados, levantarnos y caminar o al contrario. El movimiento es la base de la salud en el cuerpo humano.
En toda la población en general, pero en nosotros por muchos más motivos, acudir al fisioterapeuta con regularidad es imprescindible, para tener una calidad de vida mucho mejor, ya que por lo menos eliminamos los dolores musculares asociados a las contracturas. Yo particularmente soy partidaria de que tu fisioterapeuta te conozca, sepa cuáles son tus puntos débiles y ya que el tratamiento en nuestro caso va a ser por largo plazo, vaya viendo los cambios que se producen en tu cuerpo y domine distintas técnicas para atajarlos.
Ya que con nuestra patología la Sanidad Publica solo nos ofrece veinte sesiones de rehabilitación al año, tenemos un gran apoyo en las Fundaciones y Asociaciones de afectados, que están realizando un magnífico trabajo en todas las áreas de fisioterapia. Por desgracia algunas veces nos quedamos cortos con estos tratamientos y no nos queda otra solución que acudir a fisioterapeutas particulares.
Para la redacción de este post, he contado con la ayuda inestimable de mi sobrino A.C.G., fisioterapeuta que está muy acostumbrado a tratar patologías neurológicas, colegiado número 10.369 en Madrid.
Ángeles Glez.
Reblogueó esto en S.O.S. PODEMOS MEJORAR.