¿Las heces curan?¿Qué relación tiene la flora intestinal o microbiota con el cerebro? Revisamos las últimas líneas de investigación teniendo en cuenta que queda un largo camino por recorrer.
Se habla de disbiosis cuando hay un desequilibrio de la microbiota intestinal.
¿Es un factor de riesgo para las enfermedades autoinmunes?
La palabra «auto» proviene del griego y quiere decir uno mismo. El sistema inmune es una compleja red de células y componentes celulares llamados moléculas que normalmente trabajan para defender al organismo y eliminar infecciones causadas por virus y otros organismos invasores.
En una persona con una enfermedad autoinmune el cuerpo ataca erróneamente a células, tejidos y órganos de su propio organismo.
Existen muchas enfermedades autoinmunes y distintas que pueden afectar al organismo de diferentes maneras. En la esclerosis múltiple la reacción autoinmune está dirigida contra el cerebro y la médula espinal.
Un trasplante fecal es la infusión de una suspensión de heces procedentes de un individuo sano en el tubo digestivo de un enfermo. Recibe diversas denominaciones como reconstitución de la flora fecal, transferencia de microbios intestinal, bacterioterapia fecal o repoblación fecal entre otros. Lo más adecuado sería el trasplante de microbiota fecal (TMF) pues se trata de un verdadero trasplante o injerto. Es decir, traslado e implante de un órgano o fragmento de tejido vivo de un donante a un receptor para reparar una lesión. Por cierto, hay en el año 2016 una nueva técnica inventada en España por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que se ha publicado en la revista Scientific Sports.
Este invento español permite mejorar la eficacia de la terapia. Permite separar la mayor parte de la microbiota intestinal del resto de materia fecal a través de la certificación en gradiente o variación de una magnitud con la distancia.
Antonio López San Román es el paladín del trasplante fecal en España. El jefe del Servicio de Gastroentereología del Hospital Ramón y Canal, en Madrid desde mayo del año 2015, lleva pregonando en el desierto para que se popularice un procedimiento «fácil, barato y sin apenas complicaciones».
Este método se emplea actualmente de forma regular en este hospital, en el Bellvitge de Barcelona de y de forma esporádica en el Gregorio Marañón de Madrid. Está especialmente indicado para una vieja infección intestinal, la «Clostridium difficile», una bacteria que produce la colitis pseudomembranosa, una infección bastante frecuente del colón.
Sin embargo, Aún está pendiente de regular por la Unión Europea.
Es complicado el desarrollo de todo este procedimiento porque no es un medicamento, las heces no son un producto farmaceútico.
Las grandes empresas del sector no intervienen y no obtienen ningún beneficio ante lo cual la investigación siempre se circunscribe a los hospitales, fundaciones y organismos públicos.
Una experta, la doctora María Vázquez Roque MD, profesora asistente en gastroentereología y hepatología de la clínica Mayo de Jacksonville (EEUU) aclaraba en 2014 que la alteración de la flora intestinal puede ser responsable de otros males tales como la obesidad, la diabetes, la arterioesclerosis, el síndrome de fatiga crónica y la esclerosis múltiple.
El equilibrio de la flora intestinal se puede alterar por el consumo de antibióticos, una dieta poco equilibrada, rica en azúcares y pobre en fibra, malos hábitos en la higiene o un estilo de vida poco saludable o sedentaria.
¿Mejorar?
Solamente hay un caso documentado, de momento, de curación de una enfermedad llamada púrpura trombocitopénica idiopática, que afecta a las plaquetas, a través del trasplante fecal. Antes del procedimiento el número de plaquetas era de 96.180 y meses después del trasplante el recuento plaquetario era de 190.000, es decir en límites normales.
Un estudio de 2017 en la revista BMJ Open
Gastroenterology ha evidenciado una disbiosis en las personas que padecen una enfermedad autoinmune. Incluso este diagnóstico puede ser un factor de riesgo para ciertas enfermedades.
Parece esencial mantener el equilibrio de la flora intestinal para mantener y reforzar el sistema inmunitario.
Para ello, aparte de una vida saludable contamos con la ayuda de los probióticos, microorganismos vivos, conocidos por su actividad inmunoestimulante.
Son compuestos que el cuerpo no puede digerir pero que tienen un efecto fisiológico en el intestino al estimular de manera selectiva el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas. Ejemplos serían el yogur o el «choucroute» o col fermentada en agua con sal.
Hay otro estudio de 2017 publicado en la revista «Proceedings of the Nacional Academy of Sciences» de la doctora Egle Cekanaviciute. El estudio de 71 enfermos de EM muestra alteraciones de la macrobiota intestinal.
Esta doctora canadiense no cree que el microbioma o flora microbiana sea el único desencadenante de la EM. Pero parece que que estos microbios podrían empeorar o mejorar la progresión de la enfermedad.
¿La microbiota de las personas con EM tiene algo de particular?
Según un estudio de 2016 de la Universidad de California en el campus de San Francisco, sí.
Analizaron la macrobiota de 71 personas con EM y de otras 71 sanas.
El resultado fué el esperado. En las personas con EM había algunas poblaciones de bacterias más elevadas y otras disminuidas en comparación con la población general.
Un resultado muy similar al que se ha encontrado en otras enfermedades como la artritis reumatoíde o Parkinson.
¿Modificar la composición de la microbiota puede tener un efecto terapeútico? ¿En el sistema inmunitario y en la EM en general?
Los investigadores hicieron dos cosas.
1. Expusieron a la influencia de las bacterias células inmunitarias humanas.
Encontraron que las bacterias con niveles elevados, la Acinetobacter y Akkermansia, estimulaban una respuesta pro-inflamatoria, mientras que las bacterias con poblaciones disminuidas, las Parabacteroides distasonis tenían una influencia positiva, estimulando la regulación de la respuesta inmune.
2.Trasplantaron materia fecal de personas con EM a ratones libres de gérmenes.
Esta introducción de microbiota de personas con esclerosis múltiple en ratones a los que se les indujo inflamación cerebral/cambio de mielina, derivo, a los 20 días, en ratones con severa inflamación cerebral.
Sin embargo en los ratones que recibieron trasplantes fecales de personas sanas
la inflamación fué mucho menos severa.
En otro estudio desarrollado en Alemania en el Instituto Más Planck en 2017, analizaron la macrobiota intestinal de 34 parejas de gemelos idénticos, en los cuales sólo uno de los dos tenía EM.
Encontraron que en los enfermos era más abundante el género Akkermansia.
Cuando transfirieron bacterias de los gemelos a ratones con predisposición genética a padecer EM, vieron que después de 12 semanas la inflamación cerebral era mucho más común en los ratones que recibieron bacterias de enfermos.
¿Puede la composición de la microbiota influir en que se desencadene la EM?
¿O esos cambios son un reflejo de la propia enfermedad? ¿Llevará está línea de investigación a la creación de nuevas terapias?
Muchas incógnitas y pocas respuestas para un campo en auge desde hace poco tiempo. Hasta el momento existen fragmentos de un cuadro que se presupone que es bastante más grande. De momento hay que esperar a que la investigación avance.
Carmen López
Después de leer este post se crea una extraña mezcla de sensación de esperanza y repulsión.
Mantennos informados por favor.
Gracias por tu interés. Es un tema apasionante pero como bien dices también repulsivo.
Ojala hubiera algun tratamiento definitivo,mi hija lleva con la enfermedad desde los 19 años y tiene 39, la quemó la vida y con mucho sacrificio está con el andador a ratos y otros en silla, tenia amigas entre comillas y no supo de ellas.Bueno no queda otra y hay que tirar para adelante.Un saludo fuerte.
Mucho ánimo. Y a seguir adelante.Todavía no hay cura pero algún día…
Yo creo que en el intestino algo se cuece. Personalmente tengo un vientre demasiado inflamado, pero nadie se preocupa de esta situación, todos piensan que es porque no te mueves, no haces ejercicio o comes demasiadi y yo no como para tener el vientre que tengi. Además se nota que estás inflamado.
Es el «Segundo Cerebro». A ver cómo avanza la investigación en este campo. Un saludo muy fuerte y gracias por seguirnos.
Hola,felicidades por el blog….soy afectada,y he leido mucho sobre el tema Microbiota….que se estan haciendo estudios….esta en el intestino gran parte del sistema inmune…me sigue indignando que los medicos no tengan en cuenta…que lo saben…todo lo que la alimentacion puede hacer…te dicen que comas equilibradamente…y se quedan tan panchos….a la persona dice esta inflamada…diria…apunte lo que come cada dia y luego vuelva a apuntar cuando se le inflama mas la tripa…ahi encontrara rapido lo que no le acaba de sentar muy bien….y yo personalmente creo que ahi hay mucha tela….en el intestino..y esta lleno de neuronas….