Hoy abordamos uno de los síntomas más dolorosos y desconocidos de la esclerosis múltiple. La neuralgia (dolor intenso a lo largo de un nervio sensitivo y sus ramificaciones o en la zona en la que se distribuye ese nervio) del trigémino- nervio craneal mixto, con ramas motoras y sensitivas-.
Qué es: Es una afección que presenta dolor facial intenso, similar a un calambrazo eléctrico, debido a la afectación del nervio trigémino. Este nervio es uno de lo más largos de la cabeza y es el responsable de llevar la sensibilidad del tacto y del dolor desde la cara hasta el cerebro.
El nervio trigémino es uno de los 12 pares de nervios craneales que se originan en la base del cerebro y está formado por tres ramas:
1. La rama superior (oftálmica) que lleva la sensibilidad del cuero cabelludo y la parte frontal de la cabeza.
2.La rama media (maxilar) que pasa por la mejilla, nariz y labio superior.
3. La rama inferior (mandibular) que pasa por el labio inferior.
En este trastorno pueden verse afectadas más de una de ellas.
Es una dolencia que puede afectar a cualquier persona.
Especialmente están afectadas las mujeres de más de 50 años.
Se desconocen las causas de esta situación.
En los enfermos de esclerosis múltiple esta dolencia se origina debido a la pérdida de mielina del trigémino.
Afortunadamente es muy poco frecuente. Entre 4 y 6 personas de cada 100 la padecerán. Es un porcentaje 400 veces superior al de la población general.
El episodio suele desencadenarse de una forma súbita y comienza con un dolor punzante intenso, como un shock eléctrico, que se siente en un lado de la mejilla o mandíbula y que dura desde unos segundos hasta 2 minutos por episodio, con una sensación de calambres punzantes alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara, afectando generalmente a un solo lado del rostro.
Los episodios dolorosos pueden repetirse varias en sucesión rápida. La intensidad del dolor puede ser física y mentalmente incapacitante.
Aunque el dolor se presenta de forma espontánea hay algunas situaciones que lo pueden desencadenar, al tocar las zonas «gatillo», como lavarse los dientes, comer, beber, afeitarse… o exponerse al viento o al aire acondicionado…
Los ataques de dolor raramente se producen por la noche.
Algunas temporadas los síntomas desaparecen, no se sabe por qué…y luego vuelven más fuertes…
En los días previos a un episodio el paciente puede experimentar una sensación de cosquilleo o entumecimiento, incluso un dolor leve y persistente…
Con el tiempo los períodos de remisión tienden a acortarse y los ataques de dolor a hacerse más intensos, con todo lo que conlleva para el paciente que cada vez hace menos actividades díarias y cotidianas pudiendo descuidar la alimentación y la higiene personal.
Suele confundirse en las primeras manifestaciones con un problema dental.
Hay que mantener una buena higiene oral en toda la boca y en los nervios dentales para no agravar el dolor de forma adicional.
Tratamiento.
1. Analgésicos. Los tradicionales como el paracetamol o los opiaceos no suelen ser muy efectivos. Se utilizan los antidepresivos triciclícos, amitriptilina y los
antiepilépticos, como la carbamazepina.
Se inician a dosis bajas y se van aumentando gradualmente hasta obtener el mejor control del dolor.
2. Cirugía. Cuando los fármacos no alivian el dolor (10-15% de los casos) o cuando los efectos secundarios de la medicación son severos se recurre a ella. Se destruye selectivamente parte del nervio o se realiza una descompresión microvascular.
3.Técnicas complementarias.
Acupuntura, terapia vitamínica, estimulación eléctrica de los nervios, biorretroalimentación…
Carmen López