La meditación ha estado presente a lo largo de la historia de la Humanidad. En la última década, está desarrollando una gran popularidad como terapia complementaria para mejorar, en general, la salud y la sensación de bienestar.
A menudo cuando se habla de meditación, si no se tiene una experiencia previa, probablemente se piensa en monjes, o en una especie de estado de trance sólo para iluminados. Pues nada más lejos de la realidad. Aunque normalmente se vincula a las tradiciones orientales, su práctica no tiene por qué limitarse al yoga o al budismo. Cualquier persona puede beneficiarse de los efectos relajantes y calmantes de la meditación. Es por ello que cada vez son más las personas que siguen esta práctica lejos de su sentido religioso o espiritual, porque conocen los beneficios extraordinarios de la meditación.
También es cierto que la meditación es mucho más sencilla de lo que parece. En la cultura Oriental la meditación tiene por objetivo calmar la mente. Mientras meditamos anclamos la mente y con ayuda de la respiración nos permite ralentizar nuestros pensamientos. De esta forma se obtiene un descanso mental profundo, se eliminan distracciones y preocupaciones y logramos una sensación de equilibrio y calma difícil de conseguir por otros medios. Por eso, en los últimos tiempos la Comunidad Científica está desarrollando diversos estudios con el fin de investigar sobre los beneficios cerebrales de la meditación y el impacto sobre las personas que lo practican. Se ha comprobado que algunos de estos efectos reducen la presión arterial en personas hipertensas, mejoran las enfermedades autoinmunes y disminuyen el estrés y la ansiedad imperantes en nuestra sociedad. Con sólo media hora de práctica todos los días ya podemos notar los beneficios de la meditación.
Es por ello, que no es de extrañar que en los centros educativos se implanten técnicas de relajación en niños y adolescentes porque se ha comprobado que el nivel de rendimiento en sus tareas es más alto y se concentran mejor en sus actividades. Así mismo, niños con problemas de ADHD han experimentado con esta técnica una reducción en su comportamiento hiperactivo.
En fin, la meditación tiene numerosas utilidades y para nosotros pacientes con EM los beneficios son muy positivos pues nos reduce el nivel de nerviosismo y ansiedad, nos ayuda a combatir la depresión y a gestionar mejor nuestras emociones. Es lo más parecido a la felicidad porque la meditación es eso, es transformación, es claridad es adentrarnos en un mundo de paz y serenidad. Así que os invito a que practiquéis la meditación notaréis los beneficios nada más empezar y no sólo vosotros sino todos aquellos que os rodean. ¿Qué? ¿Os apuntáis?
Me parece un tema muy interesante, además solo necesitamos ganas, un espacio comodo y música