Auditorio Nacional
De entre todas las propuestas culturales que el Ayuntamiento de Madrid organiza cada año por estas fechas caben destacar los Conciertos de Navidad. Uno de los más atractivos e interesantes es Viena en Madrid que se celebra cada 22 de diciembre en el Auditorio Nacional a cargo de la Orquesta Filarmónica, bajo la batuta del maestro Pascual Osay y acompañado por la voz de la soprano Teresa Castal .
Por unas horas Madrid se convierte en la capital austriaca envolviéndonos con las melodías más alegres y sentimentales de la Viena del siglo XIX. El programa, dividido en dos actos con descanso fue un recorrido musical por todos los valses y polkas más emblemáticos de la Familia Strauss, desde las famosas polcas Fiesta de las flores y Trish Trash o el conocido vals Voces de Primavera, entre otros intercaladas con arias como El murciélago Mein Herr Marquis y La Viuda Alegre de Franz Lehar, una de las interpretaciones con mayor carga emocional. Como colofón al concierto y como es tradición, la orquesta interpretó el bello Danubio Azul, y la Marcha Radetzky, esta última animada por las palmas de todo el público y guiada por el Director de orquesta que hacía a la vez de showman del recital.
Accesibilidad
La verdad es que el concierto no ha defraudo, todas mis expectativas se vieron superadas y eso que era mi primera vez en el Auditorio Nacional. La primera duda que te viene a la cabeza es si el recinto estará lo suficientemente adaptado para los que tenemos una movilidad reducida, pero nada más entrar te topas con un hall amplio, diáfano y luminoso y el centro presidiendo un gran árbol de navidad. Desde aquí podemos acceder a la entrada del patio de butacas, que es muy accesible para nosotros: para aquellos que utilizamos muletas o bastones recomiendo que reservéis las asientos a partir de la fila 12 ya que al estar mas cerca de la entrada solo tenemos que bajar uno o dos escalones, y acceder a nuestra butaca, para los que usáis sillas de ruedas hay zonas reservadas para ello en los laterales de la sala.
Los baños están totalmente adaptados para sillas de ruedas, son bastante grandes y se llega a través de amplios y largos pasillos sin ningún tipo de barreras que entorpezcan el paso.Si nos encontramos muy cansados podemos descansar y sentarnos en los magníficos butacones que se encuentran disponibles a lo largo del pasillo y disfrutar de las vistas.
El Auditorio esta situado en pleno barrio de Salamanca pero para llegar hay un gran servicio de transporte publico, el metro mas cercano es Príncipe de Vergara y la parada del bus esta justo enfrente con varias lineas de buses. Ademas hay disponible una parada de taxis.
Diversión asegurada
Para mi sorpresa, el concierto, que congrego a un público muy heterogéneo (desde niños hasta personas mayores), fue una velada divertida y emocionante. Nunca en un mismo concierto me había reído tanto con los sketches que protagonizaron los músicos (unos lanzaban bombones a los asistentes, otros repartían copas de champan y el resto se lanzaban aviones de papel). Pero, sin duda, el gran show de la noche lo protagonizó el director de orquesta cuando vestido de cazador y con un rifle en la mano disparaba lanzando peluches antes los ojos atónitos del auditorio. O para finalizar invitó a un señor de entre el público para que fuera el que dirigiera la orquesta mientras el se marcaba un vals con la soprano. En fin, todo un espectáculo digno de los grandes conciertos y en mi opinión nada que despreciar al de Viena. Así que, si queréis disfrutar y emocionaros de buena música Vienesa, apuntad en vuestras agendas para el próximo año, uno de los eventos mas importantes que os hará pensar que por unas horas os encontráis en la capital de la música por excelencia.
